Aunque a simple vista los coches que participan en el singular campeonato australiano parezcan extraídos de un museo, muchos de ellos han sido objeto de radicales modificaciones. En el caso de Prodrive Racing Australia, Rusty French, co propietario del equipo, indicó que su Ford Mustang posee todas las características de un actual V8 Supercar ocultas debajo de la carrocería de un modelo 1969. French manifestó que con su proyecto intentará establecer un nuevo estándar de calidad en la serie.
El Touring Car Master es un campeonato abierto para autos fabricados entre 1963 y 1976 que goza de mucha popularidad en Australia. La razón es muy simple, se pueden observar en pista tanto a los Muscle Car norteamericanos como a los australianos, con sus atronadores V8 entregando toda su potencia. Nombres como Mustang, Camaro, Falcon XB GT, Chrysler Valiant Charger, Holden HQ SS, Barracuda y otros evocan una época en la que muchos nostálgicos desean permanecer.
En el caso de French, con 72 años a cuestas, decidió construir cuatro Mustangs 1969 aprovechando la tecnología del Ford Falcon FG X que participa en el campeonato de turismo australiano. Explicó que el proceso inició desde cero, es decir, desarmando todos los Mustangs originales y a partir de un completo análisis cinemático, y tomando en cuenta las reglas del Touring Car Master, se procedió a ensamblar el coche. El chasis fue modificado para optimizar la distribución del peso y así mantener el equilibrio en las pistas, además se instalaron diversas piezas en fibra de carbono, tal como se utliza en los modernos coches de carrera.
El trabajo realizado es de primera clase. Hemos terminado lo que es básicamente un V8 Supercar debajo de una carrocería 1969. También hemos trabajado duro para asegurarse de que mantenga esa mirada clásica en muchas áreas. Pensamos que lo mejor era empezar a construir cuidadosamente el coche según las reglas pero aprovechando los suministros de Falcon. El chasis y la carrocería fueron reconstruidos con técnicas modernas, es un auto de carreras sorprendente. Ahora cuento con 72 años, no soy un pollo joven, pero hacer esto es mi pasión, me encantan estos coches y voy a seguir construyéndolos y corriéndolos mientras pueda tener un ritmo razonable.
Vía | speedcafe