Rápido, valiente, tenaz, con un punto histriónico pero sobre todo, orgulloso de ser británico. Nigel Mansell fue uno de los hombres más populares en el mundo de la Fórmula 1 desde mediados de los años 80 hasta mediados de los años 90. Una década de oro en la que este piloto de Upton-upon-Severn pasó de ser un mero aspirante sin victorias en grandes premios a ser el piloto británico más laureado de la historia de la Fórmula 1 en cuanto a número de victorias hasta la llegada de Lewis Hamilton.
Desde sus inicios, Mansell tuvo claro el diseño de su casco. Tenía que ser especial, reconocible, bonito, distinguido… pero sobre todo, británico. De ahí que a pesar de verse como un diseño relativamente abstracto, sus líneas y colores recuerden de forma inevitable a la Union Jack, la bandera del Reino Unido. Unas líneas rojas que formaban una flecha hacia adelante con color azul en la parte trasera, todo esto sobre fondo blanco.
Añadiendo un toque de personalidad y distinción, Nigel Mansell también usó su nombre escrito en una fuente que recuerda a la escritura a mano en la parte frontal-lateral del casco -como otros pilotos de la época-, con una bandera británica en la barbilla. Más adelante, la bandera pasó a estar situada en el lateral, junto a su nombre, pasando además a lucir una por lado en lugar de una central.
Cuando el piloto británico volvió a Williams en 1991 después de «cancelar» su retirada a finales de 1990, su diseño recibió una pequeña modificación, añadiendo una tira azul en forma circular en la parte superior del casco que mantuvo hasta el final de su carrera deportiva. El diseño había sido un éxito desde el primer momento por ser único y destacarse de los de los rivales.
A lo largo de su carrera deportiva empezando en Lotus, pasando por Williams -tres veces-, Ferrari, McLaren e incluso un test con Jordan en 1996, su diseño se mantuvo prácticamente igual con la salvedad de añadir los patrocinadores pertinentes. Incluso en sus apariciones fuera de la Fórmula 1 como en 1993 y 1994 en la IndyCar o sus actividades tras dejar la categoría reina como el BTCC en 1998 o las 24 horas de Le Mans en 2010, su diseño encandió al público.
Sus hijos, que acabaron compitiendo también en carreras en Europa y Estados Unidos, utilizaron diseños de casco basados en los del «León» de Inglaterra. El mayor, Leo Mansell, optó por el mismo diseño base que el de su padre pero con la parte frontal en color rojo en lugar del blanco habitual. Greg Mansell, el hijo pequeño, hizo algo parecido aunque usó el color azul para la parte frontal.
Ninguno de los dos llegó a destacar demasiado en el mundo de las carreras. Leo Mansell compitió sin demasiado éxito en la Fórmula 3 británica, la Fórmula Atlantic y en el mundo de la resistencia. Su hermano, Greg, llegó a competir en la Fórmula Renault 3.5, siendo décimo quinto en 2010. Se acabó pasando al mundo del ciclismo. Aún así, siempre quedará en la historia un diseño legendario. Guardado hasta la próxima vez que Nigel sienta la tentación de pilotar.
