Llegamos al mito, llegamos a Mónaco y con él uno de los fines de semana más especiales de toda la temporada. La sexta carrera del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 tiene un claro favorito, Nico Rosberg, que arrasó en el Gran Premio de España y que llega a las calles del principado a por su tercera victoria consecutiva en el trazado urbano más elitista de Europa. Junto a él, un Hamilton que está deseando quitarse la sensación de derrota que le acompaña desde hace dos semanas.
Obviamente, los adelantamientos serán prácticamente una utopía y sólo los más valientes o los más locos tratarán de superar al piloto que le precede. Una única zona de DRS, en la recta de meta. El trazado más corto del Mundial (3.340 metros) para el Gran Premio más corto, sólo 260 kilómetros. La estrategia será clave, sobre todo a la hora de evitar el tráfico después de tu primera y única parada en boxes. Una mala elección te puede arruinar cualquier posibilidad que tuvieras de subir al particular podio y recibir el trofeo de manos de Alberto de Mónaco.
En cuanto a las características del circuito, poco que decir que no sepáis ya. Los pilotos pasan muy cerca de las protecciones y la tracción es vital saliendo de curvas muy lentas como Portier, lo que ahora se llama como Grand Hotel o la salida de Anthony Noghes hacia la meta. La velocidad punta roza los 300 km/h en la salida del túnel, justo antes de llegar a Massenet. Muy técnico, excitante, con cambios de altura y curvas rápidas en las que un error termina siempre de la misma forma… Contra el muro.
Prestando atención a la meteorología, parece que la lluvia puede hacer acto de aparición, especialmente el jueves, durante el primer día de entrenamientos libres (recordemos que en Mónaco no se celebran los viernes como es habitual), mientras que para el fin de semana hay posibilidad de ligeros chubascos que nos pueden permitir ver algo de caos sobre la pista, al menos más de la habitual en el principado monegasco.
En cuanto a los neumáticos, tanto en Canadá como en Mónaco se utilizarán los mismos compuestos, blando y super-blando, garantizando que el agarre que no aporta el asfalto (se trata de un asfalto poco rugoso y abrasivo y muy sucio al trazarse de un trazado urbano) sea provisto por las ruedas. O lo que es lo mismo, las bajas velocidades hacen que se confíe más en el agarre mecánico que en el aerodinámico. Veremos la gestión de las mismas, ya que equipos como McLaren, que suelen tener bastantes problemas de degradación, pueden sufrir en la parte final de la carrera.
Un Circuito mítico en el que Ferrari lleva sin probar las mieles del éxito desde 2001 (que se dice pronto) y en el que el recordado Michael Schumacher tiene la vuelta más rápida realizada en la historia del GP, rodando en 1 minuto 14 segundos en la edición de 2004. Obviamente, la capacidad de rendir a una sola vuelta durante la clasificación del sábado determinará las posibilidades de desbancar a Nico Rosberg. ¿Será capaz Ferrari de volver a batir a los Mercedes? ¿McLaren sumará puntos? ¿Merhi superará a Stevens en un circuito de pilotos? ¿Veremos de nuevo a Sainz deleitarnos? Muchas preguntas, sólo cinco días para las respuestas.
