McLaren apuntaba a Q3, pero una vez más la sensación el sábado ha sido de gatillazo. O como dijo el propio Fernando Alonso a los periodistas españoles desplazados hasta Mónaco, de «putada». El piloto asturiano se vio apeado de la Q2 por un problema eléctrico en su MP4-30 y deberá salir 13º, ganando dos puestos gracias a las sanciones que arrastran Romain Grosjean y Carlos Sainz.
Después de pasar por los pelos la Q1 pero demostrando probablemente el mayor potencial de toda la temporada a una vuelta, Fernando Alonso se llevó una considerable desilusión al ver cómo se quedaba tirado en Sainte Dévote antes incluso de poder luchar por pasar a la Q3, que su compañero Jenson Button no alcanzó por menos de una décima.
En palabras del piloto asturiano, McLaren apuntaba hoy a ser lograr un sexto o séptimo puesto, pero fue considerablemente pesimista en cuanto a las perspectivas de cara a la carrera del domingo, comentando que será «una procesión«. Además resaltó que la fiabilidad sigue siendo el principal punto de mejora.
Foto | McLaren