Incómodo, maleducado, descuidado, vago… Se pueden encontrar miles de críticas hacia Juan Pablo Montoya, un tipo que se hace difícil de querer en ocasiones. Pero tiene talento y clase como pocos, como volvió a demostrar este domingo para lograr su segundo triunfo en las 500 Millas de Indianápolis, 15 años después del primero. Por supuesto, sigue líder de las IndyCar Series 2015.
Ante el piloto colombiano hay que quitarse el sombrero después de que tuviera que remontar desde la trigésima posición por un toque con Simona de Silvestro bajo bandera amarilla al principio de la carrera. Un inicio de carrera que vio problemas mecánicos en los coches de Conor Daly y Alex Tagliani antes incluso de empezar y un accidente de Sage Karam al arrinconar contra el muro a Takuma Sato.
Sin embargo Juan Pablo Montoya tardó poco en meterse en el grupo de cabeza, formado durante la mayor parte de la carrera por siete coches, los siete de Chevrolet y de Penske y Ganassi. La cosa no cambió pese a las banderas amarillas que causaron, primero Bryan Clauson, y luego Ed Carpenter y Oriol Servià mediada la prueba cuando el estadounidense se lanzó de manera temeraria al interior de la curva uno, acabando ahí la carrera de ambos, y apenas desapareció de la cabeza Tony Kanaan cuando tras un ajuste en el alerón delantero perdió el control y acabó contra el muro.
Los otros fuertes accidentes de la jornada fueron el de Sebastian Saavedra, con dolores en un pie tras sufrir un doble impacto en un accidente donde también se vieron envueltos Hawksworth y Coletti y el de los tres coches de Dale Coyne en el pitlane, con atropello a varios mecánicos incluido. Aún así hay que celebrar que a priori no se han producido lesiones graves tras el tremendo susto que nos dio James Hinchcliffe esta semana. Al canadiense lo sustituyó Ryan Briscoe, finalmente 12º.
Los numerosos daños ocasionados por el accidente de Saavedra dejaron todo preparado para un final de carrera de infarto, en el que la gestión del consumo de carburante y neumáticos no tuvo ninguna influencia, brindándonos así Montoya, Will Power y Scott Dixon automovilismo del más puro que se puede encontrar hoy en día, con adelantamientos limpios pero agresivos y contravolantes a más de 300 kilómetros por hora.
A tres vueltas del final Juan Pablo Montoya superó a su compañero Will Power y el tirón que dio fue suficiente para evitar cualquier opción de adelantamiento del australiano, ayudado además por la presencia del doblado Justin Wilson en la penúltima recta de la carrera. Y así fue como el colombiano volvió a beber leche en el Brickyard.
Tras los dos Penske se situó un Charlie Kimball sobrio pero eficaz, que se permitió el lujo de batir a Scott Dixon como mejor Ganassi en meta, cerrando el Top 5 Graham Rahal, un resultado más que honroso para Honda, que apenas tuvo influencia en la lucha por el triunfo y vio cómo tanto él como Marco Andretti (6º) se colaban en el Top Ten, cerrado por Castroneves, Hildebrand, Newgarden y Pagenaud, que se repuso a daños en uno de sus alerones.
Los colombianos Gabby Chaves y Carlos Muñoz vieron meta en 16ª y 20ª posición, este último lastrado después de que a treinta vueltas del final y bajo bandera amarilla Andretti apostara por dejarle en pista y tratar de ahorrarse una parada, sin éxito. También vieron la meta las dos mujeres presentes, aunque con resultados discretos: Simona de Silvestro 19ª y Pippa Mann 22ª.
Foto | IndyCar Series