Hijo de un piloto que sirvió a la RAF durante la Segunda Guerra Mundial, Tom Pryce fue un personaje curioso que tardó años en hablar inglés. El británico nació en Ruthin, Gales, por lo que durante los primeros años de su vida solo habló galés. Tras informar a sus padres de que quería dedicarse a las carreras y tener como ídolo a Jim Clark, inició su propia andadura con una anécdota curiosa sobre su casco en sus días de piloto novato.
En su segundo año como piloto, el casco de Tom Pryce era completamente blanco. Menos tiempo y dinero gastado en decoraciones superfluas, además de ser algo que no le afectaba al pilotaje, evidentemente. Pero en un momento dado, su padre le pidió alguna modificación en el casco; puesto que la mayoría de pilotos seguían el mismo ideal y todos ellos eran blancos, desde lejos ¡no había manera de discernir a su hijo de los demás!
La solución fue tan simple como legendaria; cinco tiras de cinta adhesiva en la parte superior delantera, encima de la visera y a correr. No había más misterio. Las tiras estaban en un lugar visible desde lejos y no había necesidad de modificar nada más. Al final, Pryce se acostumbró al «invento» y lo incorporó a su propio diseño más adelante. Con el tiempo, acabó llegando a la Fórmula 1 y eso trajo algún pequeño cambio.
Dicho cambio fue agregar una bandera de Gales en el lateral del casco. La bandera contiene el famoso dragón de Gales, Y Ddraig Goch -«El Dragon Rojo» en galés-. En algunas carreras, su diseño tuvo también algo de color rojo en la parte trasera del casco. El diseño, mayoritariamente blanco, encajaba de maravilla con el oscuro Shadow, destacando cada una de las partes de la unión.
Desafortunadamente, el casco de Pryce no pudo salvarle la vida cuando sufrió uno de los accidentes más extraños de la historia de la Fórmula 1 en el Gran Premio de Sudáfrica de 1977. Pero el diseño de su casco, extremadamente simple incluso para la época, había quedado ya en la memoria popular, así como su distendida personalidad. Su orgullo como galés es recordado a menudo y allí es homenajeado aún a menudo.
En la actualidad, el diseño de Tom Pryce sigue en activo gracias al piloto suizo de ascendencia griega Alex Fontana. Actualmente en la GP3, su padre era un gran seguidor del legendario piloto de Shadow así que Fontana creció con las historias de las gestas del galés. Cuando llegó el momento de competir, ambos se decidieron por continuar el legado de Pryce con un diseño de casco algo más estilizado.
Fontana mantiene las líneas negras en la parte superior delantera, la seña de identidad de Pryce, aunque con una forma algo más estilizada. Además, tiene también en su casco el dragón de Gales, al igual que Pryce. El actual piloto de Status GP en la GP3 tuvo también en su día las banderas suiza y griega en el lateral de su casco aunque hoy en día ha vuelto a una versión más simple y parecida al casco original.
