Invitados por Michelin, un grupo de periodistas del motor españoles, entre los que se encontraba nuestro compañero de Diariomotor David Clavero, viajó hasta Berlín para presenciar la cita de la Fórmula E en el antiguo aeropuerto de Tempelhof. Allí, tuvieron la oportunidad de hablar durante más de media hora con Alejandro Agag, que no se calló gran cosa y mostró bastante ambición en lo que respecta al futuro de su campeonato.
Ante todo, Agag reconoció que hoy por hoy «el feeling es distinto, China fue una locura» y fue desgranando algunos de los pasos hasta llegar a la primera carrera, como el plantón de un gran constructor que se comprometió en un primer momento a desarrollar las baterías para el campeonato para terminar renunciando en mayo de 2013. Las palabras textuales fueron «quedaron fatal». Finalmente fue Williams quien apareció in extremis para salvar la papeleta.
El máximo responsable del certamen eléctrico comentó que la primera idea le surgió cuando un patrocinador le comentó en tiempos de Barwa Addax en GP2 que no entraba en F1 por no alinearse con sus valores de sostenibilidad. Finalmente se lanzó cuando un primer concurso de la FIA para el lanzamiento del campeonato quedó vacante, ofreciendo a Jean Todt la posibilidad de que fuera prácticamente monogestión: sería el promotor el encargado de entregar los coches a los equipos ante la falta de tecnología disponible. Pese a todo, no negó que «si hubiéramos sabido lo complicado que iba a ser nos lo hubiéramos pensado dos veces”.
Las ciudades son un pilar fundamental de la Fórmula E y también protagonizaron buena parte de la charla. Alejandro Agag comentó que «conseguir montar carreras en ciudades es un lío tremendo», concediendo que aún así que sería inconcebible organizar este campeonato de otro modo. Incluso dejó caer no sin sorna que «la mejor publicidad es el atasco» que provocan los circuitos en el corazón de grandes ciudades. Pese a ello reconoció que los pilotos se comportan de un modo distinto en trazados urbanos y quiere «dos o tres carreras en circuito», apuntando al Hermanos Rodríguez de Ciudad de México como una buena posibilidad.
Obviamente hablar de ciudades obligó a pasar por cómo será el futuro del calendario. Agag prácticamente descartó la posibilidad de una carrera en España por tener ya suficientes carreras en Europa. A las existentes, se sumarán con casi toda probabilidad París, que «es la única que se nos está resistiendo un poco, pero es un tema burocrático», y una cita en Suiza, donde la ley ha cambiado para volver a permitir el automovilismo en circuitos, cuentan con dos patrocinadores como Tag Heuer y Julius Bär y las audiencias televisivas están respondiendo. Los esfuerzos por ello se centran en lograr carreras en el hemisferio sur y Oriente Medio, hasta rondar las 15 o 16 citas por temporada.
No salieron a la palestra nombres de fabricantes, entre rumores de implicación de PSA en Virgin Racing, pero Alejandro Agag fue rotundo al afirmar que él lo que quiere son constructores y que a pesar de sus propias reticencias parece que se podrán ver ocho motoristas diferentes la próxima temporada. Claro que la clave de la implicación de grandes fabricantes de automóviles no pasa tanto por una cuestión de I+D, al estar limitados los presupuestos, como de promoción del campeonato que puedan realizar mediante activación del patrocinio.
Eso sí, los dos temas que más interés o morbo pudieron despertar de este encuentro estuvieron relacionados con cobertura televisiva del campeonato en España y con la relación del propio Agag con Bernie Ecclestone. Con respecto a lo primero declaró que Mediaset dejó de emitir el campeonato a raíz de una pelea que tuvo con Paolo Vasile por la cesión de derechos a Televisió de Catalunya. No descartó retomar el acuerdo con Mediaset la próxima temporada, pero por el momento quiere seguir con la apuesta del streaming para España, publicitado en medios tradicionales para mayor difusión y con posible emisión de cuñas publicitarias o resúmenes en Discovery Max.
Finalmente, reiteró que su relación con Ecclestone es cordial, que siempre se ha portado bien con la Fórmula E y que incluso ya le ha invitado a la doble cita final en Londres. De hecho, reveló que con la celebración de la primera cita Bernie le reconoció que se había equivocado al pensar que sería imposible montar un certamen de estas características y que tenía razón.