La idea de los coches cliente está sobre la mesa como una alternativa para reducir los costos y asegurar un número decente de escuderías en las parrillas. Aunque la propuesta en papel luce muy interesante, Franz Tost, jefe de Toro Rosso, cree que sería un error perder la identidad de los equipos pequeños a favor de comprar coches que no serán nada baratos, como piensan muchos. Para Tost, se necesitaría la mitad del presupuesto de un gran equipo para poder correr un coche cliente con mediano éxito y ya en ese punto la propuesta no resulta atractiva.
Ciertamente, Toro Rosso es la única escudería que puede hablar con uso de razón sobre un coche cliente ya que en sus primeras temporadas en la Fórmula 1 utilizaron chasis de Red Bull. Pero eran otras reglas y los motores eran más baratos. Ahora el caso es distinto porque Toro Rosso dejó atrás esa etapa y se ha desarrollado, trabaja en diversas áreas técnicas de manera independiente y es un equipo sólido en sus finanzas, así que Tost no ve necesidad de regresar al punto de inicio.
Además, el coche cliente crearía una dependencia casi absoluta y eso sería un riesgo para los equipos con las finanzas en rojo. Un coche cliente tampoco va a garantizar resultados y solo sería viable para equipos nuevos porque de otra forma no parece tener mucho sentido.
El coche cliente sería un buen comienzo para un equipo que llega en la Fórmula 1, como fue el caso de Toro Rosso, pero en la actualidad tengo la sensación de que no sería tan buena idea. Algunas personas subestiman los costos que representaría para un equipo pequeño, porque comprar y mantener un coche de un equipo grande no es tan barato como piensan todos. Además hay que trabajar juntos en el aspecto técnico y en el financiero. Se necesitará casi la mitad del presupuesto de un gran equipo para correr la temporada y muchos no podemos permitirnos esa situación.
Vía | toilef1
