Para el ex piloto finlandés, campeón de Fórmula 1 en la temporada de 1982, no resulta nada agradable la cantidad de elementos que posee el volante de los modernos monoplazas de la categoría. Admite que en las conversaciones con su hijo Nico le pide explicaciones acerca de cómo se puede pilotar a máxima velocidad y al mismo tiempo prestar atención a los botones y a la información que aparece en la pantalla de su volante.
Por su parte, Nico Rosberg defiende el volante ultramoderno y lo comparó con el centro de mando de una nave espacial. Indicó que su volante posee un total de doce botones, nueve ruedas, dos paletas, una palanca de embrague y una pantalla de leds. Con respecto a coordinar la atención entre el circuito y el volante, Nico señaló que tras años de experiencia todo queda arraigado en la mente subconsciente, por lo que llega el momento en que todo se realiza de una forma natural.
Añadió que el uso de tantos dispositivos no facilita el pilotar sino al contrario, lo convierte en un reto mayor al que representaban los monoplazas de antaño.
Pero su padre no piensa de la misma forma:
Cuando veo el volante de Nico cuestiono mi gusto por esta Fórmula 1. En mis tiempos no había nada de eso, ni siquiera un radio, ni un botón para beber.
Vía | motorsport total
