Enviar al líder del campeonato, y a su flamante Mercedes W06, a correr un riesgo innecesario durante una práctica libre resultó otra cuestionable decisión de la plana mayor de la escudería alemana. El asfalto mojado y la lluvia son dos elementos traicioneros para cualquier piloto y así quedó demostrado cuando Lewis Hamilton perdió el control, hizo aquaplaning, y chocó de frente contra una barrera, dañando la trompa y el alerón delantero de su monoplaza.
Tras el accidente, y una vez analizados los daños, Paddy Lowe, director técnico de los plateados, declaró que los daños son menores y el coche se podrá arreglar y poner a punto sin ningún problema para la última práctica libre y la sesión de clasificación. Por su parte, Lewis Hamilton manifestó que no era el mejor momento para salir a la pista ya que por lo general se evitan riesgos si no hay nada en juego.
Yo no quería ir. No fue mi decisión, no era el mejor momento. Pero en última instancia el incidente no ha dañado nuestro programa. No podía evitar sentir que estaba pilotando sobre hielo. Me deslicé antes del accidente y eso fue lo que pasó. Tenía confianza y por eso iba rápido, me sentía bien y el coche también se sentía bien.
Vía | speedweek