En el mundo de las carreras tenemos a aquellos que se dedican a pilotar como parte de su oficio y luego están los que ven la competición como parte de su vida. Jacques Villeneuve Sr, hermano de Gilles y tío de Jacques -el campeón del mundo de 1997- es uno de estos últimos y después de 17 desde su última carrera, volvió a enfundarse el mono y a ponerse el casco para competir.
Lo hizo el pasado fin de semana en el circuito que lleva el nombre de su hermano para correr en la Toyo Tires 1600, un campeonato canadiense de monoplazas de 1600 centímetros cúbicos. El piloto canadiense no había competido en carreras de coche desde que tomó parte en la cita de Trois-Rivières de la Fórmula Atlantic en 1998 así que tras 17 años, su participación en la Fórmula 1600 ha supuesto su retorno a las carreras.
Jacques Villeneuve, conocido como el «tío Jacques» para diferenciarse de su sobrino, el campeón del mundo de Fórmula 1 de 1997, tomó parte en las dos carreras correspondientes a la segunda cita del certamen canadiense en el circuito Gilles Villeneuve. Con un equipo con amigos y conocidos, «Jacquo» se dedicó a disfrutar de un fin de semana de emociones fuertes aunque también demostró que quien tuvo, retuvo.
Tras una buena sesión clasificatoria bajo la lluvia en la que terminó en décimo tercera posición sobre 38 participantes, Villeneuve finalizó la primera carrera en undécima posición y la segunda en novena plaza, imponiéndose en ambos casos en la categoría «Master». Añade un par de victorias más a su extensa carrera deportiva, por pequeñas que puedan ser.
El retorno de Villeneuve Sr a las pistas es particularmente remarcable teniendo en cuenta que en 2014 se le detectó un cáncer de estómago contra el que ha estado batallando durante el último año. Demuestra que al final, la fortaleza vital y las ganas de vivir son siempre lo más importante para aquellos que quieren seguir haciendo aquello que les gusta, venciendo a las adversidades.
El «tío Jacques» declaró estar encantado tras las carreras, afirmando que lo pasó en grande y reconociendo que no se esperaba unos resultados tan buenos entre los jóvenes. Pero claro, seguramente no contaba con un pequeño detalle que a los demás no se nos escapa; lleva la velocidad en la sangre como lo demuestran sus intentos de participación en la Fórmula 1, sus buenas actuaciones en la IndyCar y sus títulos mundiales en motos de nieve. ¡Admirable!
