Ídolo de los tifossi, piloto espectacular como pocos y el mayor ejemplo de hombre que pasó de ser criticado a ser idolatrado en un periodo de tiempo mínimo. Gilles Villeneuve llegó a Ferrari como un hombre desconocido, siendo una apuesta personal de Enzo Ferrari y robó el corazón a los aficionados italianos gracias a su forma de pilotaje y a su pasión, que le llevaba a darlo todo en cada carrera, en cada vuelta y en cada curva, como si se estuviera jugando el título.
El diseño del casco de Gilles Villeneuve se decidió entre el propio piloto y su mujer, Joann. Los dos buscaron unos colores que destacaran en comparación con los demás y una forma de situarlos en el casco que diera un resultado tan elegante como vistoso. Este fue el casco que el piloto canadiense usó durante toda su carrera deportiva en la Fórmula 1 ya que en sus inicios como piloto de coches, contaba con un diseño distinto, mucho más simple.
En una época donde la mayoría de pilotos optaban por cascos con colores claros o incluso con base blanca, los colores de Villeneuve eran distintos a lo habitual. El casco contaba con dos colores con prácticamente igual presencia y según cómo se mire, uno u otro hace la función de color base. En cualquier caso, la parte superior era de un un azul oscuro muy a menudo descrito como negro.
Mientras tanto, la parte inferior era de un color rojo anaranjado -o naranja tirando a rojo-. Era la parte intermedia del casco, la que marcaba la personalidad del diseño, con una tira del color rojo anaranjado. Las dos zonas del color más claro acababan dando una forma de V estilizada en la parte trasera para que el diseño tuviera algo más de carácter, más allá de los «simples» colores.
La combinación de lo que esencialmente era negro y rojo con los colores de Ferrari daba un resultado espectacular y llamativo que hacía pensar en la pasión del franco-canadiense. Era la perfecta muestra de su carácter en aquello que veían primero los aficionados; su casco. A lo largo de los años, los cambios fueron mínimos en cuanto a diseño aunque sí llevó varios modelos distintos, destacando un Simpson Bandit parecido al de Elio de Angelis.
En lo que se refiere a colores, en ocasiones cambiaron a unos tonos mucho más claros, pasando a ser el rojo bastante más anaranjado. El azul, por su parte, tomó un tono algo más claro que le daba un aire muy distinto al casco. A pesar de ello, esta versión no se usó demasiado a menudo. Además, al no ser tan distinta a la habitual, es poco recordada. Evidentemente, el casco también dejó el hueco adecuado para que los patrocinadores ocuparan su espacio vital.
Está claro que Gilles Villeneuve inspiró a toda una generación de jóvenes pilotos que soñaban con emular sus gestas, igualar su legión de seguidores y convertirse en leyenda. En algunos casos, los jóvenes pilotos usaron el mismo diseño de casco. En otros, como en el de Perry McCarthy, el diseño original fue alterado ligeramente para que tuviera una forma distinta pero los mismos colores. Aunque no le trajo demasiado éxito en la Fórmula 1, el británico demostró tener una tenacidad que habría complacido a Gilles. También le habría gustado ver a su hijo, Jacques Villeneuve, quien empezó a competir con su viejo casco y botas…
