Mientras seguimos a la espera de las reglas que corten las alas de los LMP1, el ACO ha desvelado las modificaciones que se introducirán en el resto de categorías los próximos dos años. En concreto, los GTE se esperan que sean más rápidos, permitiendo a las marcas más libertad sobre el diseño de la aerodinámica, pero manteniendo el tamaño de las bridas y los costos. Obviamente, el objetivo es seguir manteniéndolos un paso por delante de los GT3, siendo en torno a tres segundos por vuelta (en Le Sarthe) más rápidos que los actuales.
También habrá mejoras del lado de la seguridad, equipando todos los coches con una mejor extracción de los pilotos en caso de accidente. Los coches podrán debutar ya en 2016, pero sólo serán obligatorios en GTE-Pro a partir de 2017 y en GTE-AM en 2018, mientras que el TUSCC seguirá haciendo sus propias regulaciones, a pesar de que algunos fabricantes ya han expresado su intención de que se unifiquen los reglamentos para así poder competir en WEC, USA y Asia con los mismo modelos.
Los LMP2 también tendrán muchas modificaciones tal y como se venía rumoreando. El ACO ha decidido limitar la variedad de los teloneros de los LMP1 para así también limitar los costos y poder disponer de más unidades en parrilla. El motor y la electrónica deberán permanecer por debajo de los 480.000€ y también se someterá a un gran control sobre las piezas de repuesto. En total, no se quiere que los presupuestos superen los 2,5 millones de euros.
Sólo se permitirá un proveedor de motores que se dará a conocer el próximo mes de julio, mientras que sólo habrá cuatro chasis distintos entre los que cada equipo elegirá. No se espera que lleguen hasta 2017 al WEC y a las 24 Horas de Le Mans, mientras que en las Asían Le Mans Series se seguirán utilizando los modelos antiguos, algo que también se permitirá en las ELMS hasta finales de 2018. Aquí de nuevo el TUSCC decidirá sus propias normativas, pero no se espera que utilice las mismas restricciones que la ACO haciendo imposible la sinergia entre ambos campeonatos.