Tras todas las críticas recibidas por sus desafortunadas declaraciones posteriores al Rally de Portugal (tan sólo algún periodista extranjero se atrevió a defenderle a pesar de no tener a mi forma de ver razón), Sébastien Ogier se plantaba en Cerdeña con el objetivo de recuperar la senda de la victoria y además hacerlo por todo lo grande. Y es que el de Gap sabía que iba a tener que abrir pista durante un 88% del recorrido, algo que podría permitirle conseguir una remontada a la heroica y mejorar algo su imagen.
Sin embargo, con lo que no contaba el francés de Volkswagen es con la aparición de un joven neozelandes que ganó el Mundial de Producción hace casi un lustro con la misma contundencia con la que Ogier ha ganado sus dos últimos cetros intercontinentales. Séb II rememoró la hazaña que realizó Loeb hace cuatro años, e incluso se anotó de manera más que solvente la victoria en la Power Stage. Su triunfo ha pasado a un segundo plano gracias a la actuación realizada por Hayden Paddon.
El tercer piloto del equipo Hyundai estrenaba con motivo de la cita italiana el sistema de cambio por leva. Su Hyundai i20 WRC sigue sin ser el mismo que el que utilizan actualmente Neuville y Sordo (tan sólo le falta la última evolución de motor), pero poco o nada le ha importado al oceánico. Tras su gran inicio del viernes, en el aprovechaba su retrasada posición de salida para marcar el ritmo y arrebatarle el liderato a Martin Prokop. El ritmo a partir de ese momento de Paddon fue prácticamente implacable, consolidando una buena ventaja sobre Latvala y Ogier que le serviría en el momento en el que los de Volkswagen comenzaran a sacar todo su rendimiento.
Así fue. Hayden aguantó estoicamente el tipo hasta la segunda mitad del sábado, cuando un trompo acabó con su sueño y un problema con la caja de cambios a punto estuvo también de fulminar su primer podio en el WRC. Afortunadamente, Paddon completó la hazaña. Un segundo puesto que sabe casi a victoria y que deja el cuarto triunfo de la temporada de Sébastien Ogier en un segundo plano. Las buenas noticias para Hyundai la culminaba el tercer puesto de Thierry Neuville, el cual, tras cientos de problemas llegaba a meta y daba un podio al equipo que esperemos no les nuble la visión ya que la fiabilidad de los de Nandan ha estado en entredicho.
No ha sido una excepción. M-Sport ha podido ver este fin de semana que su Ford Fiesta RS WRC Mk.II no es tan fiable como parecía tras Portugal y han surgido los habituales problemas de juventud tanto con la caja de cambios, como con el sistema hidráulico. Tan sólo Evans pudo completar la carrera sin abandonar y lo hizo con una más que discreta actuación a más de 5 minutos y medio de Ogier, pero con una cuarta posición que al menos deja un regusto dulce a los hombres de Malcolm Wilson. ¿Cómo es posible dicha posición con tal diferencia de minutos?
Sencillamente porque Cerdeña se ha parecido más a un Raid que a un Rally. Prácticamente el único que ha eludido los problemas mecánicos ha sido el ganador, Ogier, mientras que el resto han sufrido lo indecible con pinchazos y otras incidencias que han hecho que las diferencias se contabilizaran en minutos y no en segundos. Mads Ostberg y Jari-Matti Latvala han salido favorecido de ello. El noruego con una salida de pista y un ritmo muy alejado de los tiempos de cabeza y el finlandés con varios pinchazos y un problema de suspensión alcanzaron posiciones de honor, quinto y sexto respectivamente, gracias a los numerosos abandonos. En el caso de Ostberg ya se habitual verle tan gris, en el caso del de Volkswagen, comienza a ser preocupante.
Precisamente, algunas de las retiradas ilustres se produjeron muy pronto y la mayoría por motivos similares. Dani Sordo, Robert Kubica, Andreas Mikkelsen o Kris Meeke tuvieron toques que les obligaban a abandonar. En el caso del cántabro se cerraba así una gran actuación que le había permitido remontar hasta la cuarta plaza tras la penalización de 10 segundos y apretando a Latvala, que ostentaba la tercera. En esos momentos, Sordo se encontraba regularmente realizando cronos de cabeza en un terreno en el que tradicionalmente no se ha sentido nada cómodo. Un error en una zona lenta de la última especial del viernes le obligaba a abandonar y tirar por tierra el trabajo de todo el día. Una vez reenganchado por medio de Rally2 sólo quedaba trabajar y terminar el rally para tratar de sumar algún punto para Hyundai. De nuevo la bomba de combustible lo impedía. Al menos Dani demuestra sentirse cómodo con el coche sobre tierra.
Si entre los absolutos la criba había sido importante, en WRC2 han caído prácticamente todos los favoritos a la victoria. Karl Kruuda, Nasser Al-Attiyah, Esapekka Lappi o Yazeed Al Rajhi tomaron el camino de la retirada. Afortunadamente, Paolo Andreucci y Yurii Protasov nos dejaron un intenso duelo por la victoria. No es nada fácil ganarle al experimentado piloto italiano de Peugeot, por lo que la actuación del ucraniano cobra aún más valor.
¿Lo peor del fin de semana? Pues la tontería por parte de la FIA de poner un Rally del Mundial en el mismo fin de semana de las 24 Horas de Le Mans y el Gran Premio de Catalunya de Motociclismo. Además de eso, sólo se han retransmitido dos tramos en directo, la superespecial en el puerto de Cagliari y la Power Stage, ambos, tramos completamente anodinos que dudo marquen a los propios y extraños de este campeonato. Si quieren mejorar la promoción del campeonato… este no es el camino.