Lo deslizaba Christian Horner hace unos días y ahora es Cyryl Abiteboul, director general de Renault Sport el que lo confirma. La firma del rombo estudiará a final de temporada si continúa en la Fórmula 1 como proveedor de motores o si en su lugar opta por abandonar el gran circo. Y es que a pesar de los rumores que hablan de los tanteos de Renault a los distintos equipos de segunda mitad de la parrilla, la actual situación del fabricante galo no es la adecuada.
En concreto hay tres opciones claras sobre la mesa: seguir siendo suministrador de motores a Red Bull/Toro Rosso, tener su propio equipo de fábrica o abandonar la Fórmula 1. Todas ellas igual de radicales y difíciles y en las dos primeras, Renault deberá desembolsar una importante cantidad de dinero si quiere que su nombre vuelva a brillar con letras doradas. A pesar de que el contrato entre la firma de las bebidas energéticas y la marca llega hasta finales de 2016, la situación de tensión entre ambas partes viene desde lejos, incluso negándose Renault a recibir la ayuda de los ingenieros de Red Bull en su propia factoría.
Ahora mismo, lo mejor que podemos hacer para nuestra propia situación es asumir que seguiremos como estamos, con ellos como clientes y nosotros proveyéndoles de los motores. Puede ser un futuro diferente para ellos, o uno para nosotros, pero de todos modos no hay ningún futuro si no tenemos un motor competitivo.