Se ha hablado mucho este pasado fin de semana sobre la resistencia y la victoria de Nico Hülkenberg, todo ello ha hecho que las conversaciones acerca de las 24 Horas de Le Mans también hayan llegado a la orilla del paddock de la Fórmula 1. Tanto, que algunos ya han empezado a hablar de la posibilidad de que un monoplaza del Gran Circo se enfrente cara a cara a los LMP1 en su terreno, el Circuito de Le Sarthe.
El autor de esta propuesta ha sido ni más ni menos que el jefe técnico de Lotus, Nick Chester, el cual ha denominado el duelo como un experimento único, aprovechando que ambas categorías se encuentras más cerca que en la últimas décadas en cuanto a rendimiento. Y es que el crecimiento y la competitividad entre los prototipos de Le Mans han hecho que las prestaciones de los LMP1 hayan crecido de forma casi exponencial, mientras que los Fórmula 1 han dado un paso atrás con la nueva configuración de unidades de potencia V6 Turbo híbridas.
Teniendo en cuenta las normas vigentes en los GP, ahora es el momento justo para pensar en un enorme desafío. Un monoplaza de la Fórmula 1 participando y ganando en las 24 Horas de Le Mans. Ahora tenemos un motor capaz de ser competitivo en la resistencia y el experimento tendría un encanto único. Realmente creo que sería apropiado hablarlo con los organizadores de la carrera en Le Sarthe.
Si nos fijamos en los conceptos, son coches completamente distintos. Los monoplazas de la Fórmula 1 están hecho para carreras al sprint, con menos comodidades aún que los LMP1 (más fuerzas G = mayor exigencia física) y con piezas pertenecientes a los motores que tienen una vida limitada y que son cambiadas después de cada GP (sin romper la normativa de límite de elementos que actualmente dicta la FIA).
Con la actual limitación de flujo de combustible, los F1 son capaces de hacer una carrera completa (algo más de 300 kilómetros), mientras que el mejor stint de los LMP1 punteros fue de 13 vueltas seguidas sin repostar (aproximadamente 177 kilómetros). Con los datos en las manos, no es una locura pensar que un Fórmula 1 actual pueda plantar cara y batir a un LMP1 en eficiencia y en rendimiento (aquí está por delante), pero me siguen surgiendo dudas en cuanto a que frenos, KERS, u otros componentes mecánicos no desfallezcan ante el duro reto de competir un día entero sin parar.
