Nissan se da un festín y gana en las dos categorías del Super GT en Buriram

El pasado fin de semana el Super GT disputó su única carrera fuera del archipiélago japonés, viajando hasta Tailandia para la tercera ronda del campeonato en el circuito de Buriram. Allí, Nissan se pegó un nuevo atracón y ganó tanto en el GT500 como en el GT300, demostrando que sus coches son los claros favoritos para ambas categorías. Esta fue también la última participación de Lucas Ordóñez en el Super GT esta temporada, desafortunadamente otra vez sin puntos.

GT500: Duelo entre Nissan y Lexus resuelto por KO

Lexus tiró fuerte desde el momento de la salida con los coches de los equipos Zent y Petronas TOM’S, marcando el ritmo desde el principio y dejando claro que Toyota tiene una estructura especialmente competitiva en el circuito tailandés -visto lo visto la temporada pasada-. El Nissan número 46 del equipo MOLA fue el único en forzar a los Lexus. Gracias a sus neumáticos Michelin, probablemente los más efectivos en el circuito tailandés, rápidamente consiguió estar a la altura de los hombres de cabeza.

El primer coche en tener problemas fue el Nissan número 24 de Lucas Ordóñez, con el español llevando el coche al carril de boxes tras sufrir una pérdida de potencia, terminando así su «stage» de tres carreras en el GT500. Mientras tanto, por delante, con el Lexus Zent y el Nissan MOLA en las dos primeras posiciones la lucha era tanto entre pilotos como lo era entre constructores y fabricantes de neumáticos. No fue hasta un tercio de carrera, cuando hubo cambio de liderato.

El Nissan número 46 intentó escaparse pero lo hacía poco a poco y pronto el liderato fue a parar a manos de Lexus de nuevo gracias a la presencia de los doblados, demostrando que la carrera sería una lucha entre las dos marcas, con sucesivos cambios de liderato a lo largo de la carrera. Solo los problemas técnicos para el Lexus Zent tras dos tercios de carrera sellaron el resultado a favor de Nissan, a pesar de los demás coches de la marca en persecución del MOLA de Satoshi Motoyama y Masataka Yanagida.

Al final, la victoria llegó sin sorpresas para uno de los Nissan con neumáticos Michelin, particularmente competitivos en el trazado tailandés. El podio lo completaron el Lexus Eneos y el Honda Keihin, con lo que en la única carrera fuera de Japón, los tres fabricantes de GT500 se repartieron las posiciones de la zona de honor. Casi parecía que incluso llegaran en el orden en el que parecen estar considerados en el campeonato, por el ritmo de sus actuales máquinas.

GT300: NDDP repite el triunfo del año pasado

En el GT300, la sorpresa llegó con la pole position del Toyota GT86 chasis estándar de VivaC Team Tsuchiya en el escenario donde debutó el año pasado este tipo de coche. A pesar de todo, en la salida el Nissan número 3 del NDDP se situó en cabeza, intentando repetir la gesta de la temporada pasada, cuando Lucas Ordóñez obtuvo su primera -y hasta ahora única- victoria en el Super GT. Por detrás, los rivales habituales luchaban por las posiciones en el podio, sin sorpresas.

La carrera prosiguió con un dominio de Nissan durante toda la prueba ya que si el número 3 del equipo NDDP estuvo toda la carrera en cabeza -excepto durante las paradas a boxes-, la segunda posición estuvo ocupada durante la mayor parte de carrera por otro Nissan GT-R, el número 10 del equipo Gainer. Esto sirvió como demostración más que clara que la marca tiene el modelo adecuado para dominar el GT300. Mientras el año pasado el GT-R tuvo problemas de consumo de gomas y carburante, este año la situación es totalmente distinta.

Tras los dos Nissan dominadores, el BMW número 7 del equipo Studie peleó durante buena parte de carrera con varios aspirantes al podio y al final, defendiendo el honor de la marca alemana, acabaron llevándose el tercer escalón del podio. Se vieron ayudados por los problemas del Toyota GT86 del equipo VivaC, que a cinco vueltas del final tuvo que pasar por boxes porque se estaba quedando sin carburante y no habría podido llegar a la línea de meta sin esa parada extra.

El GT300 sigue con la tónica de distintos coches ejerciendo su dominio en distintas carreras -aunque este año Nissan parece ser la constante del campeonato-, lo que da eventos a menudo menos entretenidos que los del GT500 aunque luego a medida que avanzan las carreras, la clasificación llegue a estar más igualada por las diferencias de una prueba a otra. La próxima cita del campeonato será el 9 de agosto en el circuito de Fuji.

Lucas Ordóñez cierra su programa del Super GT con una retirada

La tecera y última carrera de Lucas Ordóñez con Kondo Racing en el GT500 volvió a tener un sabor agridulce tras buenas sensaciones que no llegaron a traducirse en el resultado que el español merecía. Tras estar junto con los más rápidos en la sesión de entrenamientos libres, el aumento de temperatura de cara a la sesión clasificatoria hizo que el coche sufriera con falta de equilibrio y de un posible «top 5» se pasó a la décimo cuarta posición el sábado.

Podrían haberse terminado ahí los problemas pero a pesar de los buenos recuerdos que Ordóñez guarda del circuito de Buriram -allí obtuvo su primera victoria en el Super GT cuando ganó el año pasado en la categoría GT300-, la carrera fue una pesadilla. Aún así, la carrera empezó bien. Con una temperatura algo mejor que la de la sesión clasificatoria, el coche recuperó las sensaciones vividas durante la sesión libre del sábado por la mañana -en este sentido, el warm-up del domingo fue útil para resolver algunos problemas-.

Ordóñez fue el encargado de empezar la carrera y parecía que las cosas iban bien. El coche se comportaba y el equipo era optimista. Desafortunadamente, tras tres vueltas el Nissan GT-R sufrió una pérdida de potencia súbita y el coche volvió a boxes. Pronto quedó claro que el problema no era solucionable y la carrera terminó allí. Estos problemas técnicos ponen punto y final a la andadura de Lucas Ordóñez en el Super GT 2015.

El piloto de Nissan se despide de Kondo Racing y devuelve el volante a Michael Krumm, piloto habitual del equipo que estuvo centrado en el desarrollo del GT-R NISMO LM. Tras tres carreras con mala suerte pero con buen trabajo, Ordóñez ha demostrado tener nivel más que suficiente para estar en el GT500 y sueña con volver al campeonato el próximo año, esperando que pueda ser a tiempo completo.

Mejores momentos

Clasificación general GT500

Clasificación general GT300

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