Pensar en Francia y en Fórmula 1 trae indudablemente uno de los nombres “clásicos” de la categoría. Ese color azul oscuro, coches recordados y una historia digna de mención. Eso es Ligier, uno de los equipos “tradicionales” de la Fórmula 1 moderna de cuando Francia tenía una presencia prominente en la categoría reina del automovilismo. Aunque su historia está centrada principalmente en ella, también tuvieron coches de otras categorías, en sus inicios.
Ligier JS2 – Varios
Precisamente empezamos con uno de sus pocos coches que no fueron de Fórmula 1. Después del Ligier JS1, primer modelo de la marca -utiliza las iniciales “JS” en homenaje a Jo Schlesser, tío de Jean-Louis y amigo de Guy Ligier; murió en un accidente en su debut en la Fórmula 1-, se trabajó para mejorar el modelo existente y para construir una nueva máquina que pudiera participar en carreras de circuitos con opciones a obtener buenos resultados.
El caso es que los obtuvo y aunque fue en un momento muy concreto, el JS2 llegó en segunda posición en las 24 horas de Le Mans de 1975, un año después de haber vencido el Tour de France automobile. Además, dado su bajo peso -865kg de serie-, pudo participar también en algunas competiciones de rally de la época, demostrando una versatilidad que, aunque relativamente común en ese entonces, también es destacable entre sus contemporáneos.
Los motores que equiparon los JS2 fueron varios, destacando el Ford V6 2.5 del Capri 2600 RS y el Maserati V6. Evidentemente, Ligier nunca fabricó motores, por lo que estos tenían que venir “de fuera”. En sus versiones de competición se trabajó para reducir el ya bajo peso de la máquina junto a una mejora de potencia que sería suficiente para transformar el deportivo compacto JS2 en un coche capaz de ir verdaderamente rápido. Y uno de los históricos de la marca.
Ligier JS11 – Fórmula 1
Pero Guy Ligier se dió cuenta pronto de que el futuro de la marca estaba en la Fórmula 1, donde participó durante muchos años con su piloto fetiche, Jacques Laffite. El francés solo pilotó para Williams antes del debut de Ligier y luego de nuevo durante dos temporadas para ayudar a su antiguo jefe de equipo, antes de volver a la Ligier por dos temporadas más antes de retirarse de la categoría tras un accidente en Brands Hatch. Fue precisamente el francés quien obtuvo la primera victoria del equipo en 1977 y quien ganó las dos primeras carreras de 1979 con el JS11.
El Ligier JS11 fue el primer Ligier con efecto suelo. Los franceses sorprendieron al mundo de la Fórmula 1 tras ganar las dos primeras carreras de 1979 con relativa facilidad. Con un diseño basado en el exitoso Lotus 79, parecían poder ganarlo todo pero varios problemas técnicos les dejaron sin opciones a lo largo del año. A pesar de todo, fueron terceros en el campeonato de marcas tras Ferrari y una Williams que revivió en la segunda mitad de temporada. En Ligier sabían que la base era excelente y por ello el coche de 1980 fue una evolución del de 1979, llamado JS11/15.
Volvió a ganar dos carreras más pero el coche daba una cantidad de agarre tan increible gracias a la aerodinámica y el efecto suelo que los brazos de las suspensiones se rompían por puro exceso de presión y las llantas en ocasiones sufrían pequeñas deformaciones por el mismo motivo. Esto eliminó cualquier opción de luchar por el campeonato de pilotos contra Williams y Brabham, aunque fueron segundos en el campeonato de constructores. Pero estaba claro que en Ligier estaban haciendo las cosas bien e iban por buen camino. Aún tardarían varios años en complicarse las cosas.
Ligier JS27 – Fórmula 1
Después de dos temporadas nefastas en 1983 y 1984, la de 1985 había sido una temporada de recuperación y en 1986 las coas iban a mejor, con un Jacques Laffite aún capaz de obtener buenos resultados y un René Arnoux que siempre obtenía puntos gracias a una buena regularidad, aunque fuera sin podios. El coche resultó ser tan competitivo como bonito, como lo atestiguaban los podios de Laffite. De hecho, en Detroit el veterano piloto de 42 años lideró la carrera durante muchas vueltas antes de acabar segundo y Arnoux era segundo cuando se salió de pista y tuvo que abandonar.
Cuando llegó el Gran Premio de Gran Bretaña en Brands Hatch, el equipo era cuarto en el campeonato de constructores por delante de Ferrari pero todo iba a cambiar. En un fuerte accidente, Laffite se rompió ambas piernas y no volvió a competir en la Fórmula 1. El piloto que le reemplazó, Philippe Alliot, no pudo marcar más que un punto, mucho menos de lo que Laffite hubiera hecho, por lo que Ligier solo pudo ser quinta en el campeonato, habiendo sufrido una pérdida irremplazable en su plantilla de pilotos. El accidente causó cambios en la Fórmula 1, como la obligatoriedad de que los pies de los pilotos estuvieran detrás del eje delantero para la temporada de 1988 así como la marcha definitiva de Brands Hatch de la Fórmula 1.
Después del accidente, la moral del equipo se vino abajo y casi sin desarrollo, el coche marcó, además del punto de Alliot en México, solo un cuarto puesto de Arnoux en Alemania. De hecho, Ligier volvió a perder rendimiento de cara a la temporada de 1987 y les costaría muchos años volver a recuperarse por completo y llegar a marcar resultados decentes de nuevo, puesto que, si en 1986 marcaron 29 puntos, desde 1987 a 1992 marcaron diez en total.
Ligier JS41 – Fórmula 1
Pero no hay mal que dure para siempre y en 1993 Ligier empezó el camino a la recuperación. Con un joven y prometedor piloto francés, Olivier Panis y un equipo que volvía a estar motivado alrededor de un piloto de casa, todo mejoró. Además, el motor Renault significaba que el pack francés era completo y para la gente del país vecino esto es siempre un gran aliciente. Pero el JS41 no usó motores franceses. La llegada de Mugen-Honda le dió el toque oriental a un coche que tenía una característica curiosa. El JS41 era, virtualmente, una copia del Benetton B195, pues Flavio Briatore era propietario parcial del equipo y por ejemplo Michael Schumacher probó uno de sus coches en 1994 para hacerse a la idea de los motores Renault.
La transferencia entre los dos equipos era evidente. Con un aspecto que parecía el del coche que acabaría siendo campeón del mundo y con el color azul característico, el Ligier JS41 era una combinación tan bonita como veloz, con su motor nipón que sonaba especialmente bien. A Olivier Panis se le unieron Martin Brundle y Aguri Suzuki, que se dividieron las labores de pilotaje. Mientras que Suzuki estaba por petición de Mugen-Honda -no le faltaba talento pero era menos rápido que sus compañeros-, Brundle se desgañitaba para conseguir todo lo posible de ese coche, obteniendo un recordado podio en Spa-Francorchamps, circuito de piloto.
Pero fue Olivier Panis quien obtuvo el mejor resultado del año -un segundo puesto- en una carrera que muchos recuerdan. En Adelaide, esas dos últimas vueltas con el motor Mugen-Honda roto, sacando humo blanco en copiosas cantidades que hacían pensar que el coche se iba a romper de un momento a otro no son fáciles de olvidar. Pero no lo hizo y eso fue suficiente para que el equipo francés pudiera asegurarse una quinta posición en el campeonato de constructores que fue más que merecida, después de varios años complicados. Estaba claro, por lo tanto, que Ligier había completado su vuelta a la zona media de la tabla, la zona donde le correspondía estar.
Ligier JS43 – Fórmula 1
El Ligier JS43, último coche de la marca en la Fórmula 1 -aunque se puede considerar que el primer Prost era aún un Ligier; a fin de cuentas se llamó JS45-, fue una evolución del JS41, como lo evidencian los pontones laterales tan particulares que tenía el coche de 1995. Como evolución bastante directa de su predecesor, el JS43 no fue un coche brillante y entre esto y la marcha de Tom Walkinshaw y Tony Dowe, el equipo se quedó sin demasiado dinero, lo cual limitó su evolución durante 1996.
A pesar de ello, el trabajo fue sólido y se obtuvieron algunos puntos en varias carreras de la temporada, destacando el quinto puesto de Olivier Panis en Hungría. Pero es evidente que el día de gloria del JS43 se dió en Mónaco, cuando en unas circunstancias totalmente inusuales y con un Panis en estado de gracia, se obtuvo una victoria tan esperada como merecida. Si no era merecida porque el coche estuviera para ganar, al menos lo era por todos los años que había pasado el equipo con momentos difíciles. De hecho la victoria era la primera desde 1981 y fue la última del equipo. El canto del cisne.
El JS43 con motor Mugen-Honda despidió así a Ligier, una marca casi legendaria para todos los que aman la época de los años 70 y 80 en la Fórmula 1. Lo hizo a lo grande, con una victoria cuando nadie lo esperaba, aunque curiosamente el último punto lo obtuvo Pedro Diniz, quien venía con el dinero de Parmalat, que le iba muy bien a un equipo que poco a poco se iba quedando con las arcas vacías. Eso fue hasta que llegó Alain Prost y se llevó el equipo, aunque hubo cierto intermediario entre el proceso que vió al equipo pasar de Ligier a Prost… pero esa es otra historia.
Durante los años en los que Ligier participó en el mundial de Fórmula 1, fue un pequeño equipo con buenos resultados, con trabajo bien hecho y con una atención al detalle que probablemente ayudaba a que sus coches acabaran resultando suficientemente rápidos y particularmente bonitos. Aunque sean cinco los que están en esta lista, son muchos más los que son testimonio de ello y el legado que dejan es, sin lugar a dudas, inolvidable.
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