Penúltima cita antes del parón veraniego de la Fórmula 1 y los equipos llegan a Silverstone con fuerzas renovadas. Entre ellos, el equipo de casa, Force India, escudería cuya sede se encuentra muy cerca del trazado de 5.891 metros al que se le darán 52 vueltas. Todo para tratar de suceder a Lewis Hamilton, ganador de la edición de 2014. Uno de ellos es Nico Rosberg, el cual está deseando seguir con la racha de las últimas carreras y apretar aún más la lucha por el mundial que ya se encuentra en un pañuelo.
Un circuito de curvas de alta velocidad y rectas en las que sólo se pisa el pedal del freno en un 9% de la vuelta, por lo que de nuevo tendrán que salir con las baterías bien cargadas para no perder la oportunidad de marcar el mejor tiempo en la clasificación. Y es que el MGU-K aquí es vital. Las curvas combinadas de Becketts pueden ser tu sueño o una pesadilla (también en el caso de los ingenieros y estrategas) en la que perder cualquier posibilidad. Un circuito en el que los adelantamientos no son imposibles.
Las dos zonas de DRS no cambian, ubicadas en las dos rectas de atrás, lugares en los que se trata de favorecer el adelantamiento. Es un circuito muy difícil para los ingenieros y en el que la parte aerodinámica deberá echar una mano al motor debido a la importancia de un buen rendimiento en las curvas rápidas. Veremos qué tienen que decir aquí monoplazas como el RB11, el Toro Rosso o el nuevo Force India y si sufrirán mucho los McLaren ahora que la falsa creencia de un chasis y de una aerodinámica impecables en el MP4-30 se ha roto.
En cuanto a la meteorología poco que decir. Se espera sol y algunas nubes el sábado y el domingo, pero por el momento ni rastro de lluvia. Sin embargo el caprichoso tiempo británico puede desembocar en una imprevista tormenta veraniega en cualquier momento, algo que puede dejar muy delicado el asfalto de Silverstone. Sin embargo, con las temperaturas altas y el asfalto seco la cosa cambia.
Según Pirelli se esperan dos paradas en boxes debido a la alta velocidad y gran desgaste al que someten los compuestos (sobre todo en las curvas de Copse y Abbey) más duros de la gama del fabricante italiano (medio y duro). Y es que no quieren repetir errores del pasado. Muy reciente está todavía el Gran Premio de 2013 en el que las bandas de rodaduras se delaminaban de manera prácticamente incomprensible y representando un gran peligro para la seguridad de pilotos, comisarios y todo aquel que rodea la Fórmula 1. Ese infausto recuerdo se ha borrado ya de la mente de los de Paul Hembery a golpe de matar las carreras con compuestos ultra duros.
La estrategia puede variar ya que el pit lane es uno de los más largos del Mundial, por lo que una parada menos puede suponer un gran ahorro en tiempo. Que gane el mejor o el que mejor a punto sepa poner el coche para el difícil reto de Silverstone.
Gran Premio de Gran Bretaña: cómo verlo por televisión
