Reconozco que no tenía ni idea de que existía alguien que pensase que en el Gran Premio de Austria, Fernando Alonso habría hecho contacto con Kimi Raikkonen en los momentos previos al accidente que acabó con los dos fuera de carrera. De hecho, me sigue pareciendo de ciencia ficción (de la mala) que siga habiendo personas en este mundo capaces de creer que un piloto profesional colisionaría a propósito con otro corredor, con un resultado que pudo ser menos agradable de lo que finalmente fue. Pero es así, y a Fernando Alonso se le hinchan las narices. Y me parece poco.
Según leo en Motorsport, y juzguen ustedes mismos, existe una corriente de teóricos de la conspiración que sugieren que él (Fernando Alonso) hizo que Kimi perdiese el control del coche antes de su accidente, cosa que está más que probada que es falsa, por los vídeos y por las declaraciones del propio Kimi Raikkonen. Pero sigue habiendo «gente» que, erre que erre, insiste en sus locuras. A Fernando Alonso le parece que estas personas, como poco, han de estar enfermas. Y oye, yo estoy con él.
Estaba 10 metros por detrás de él, y en algunos de los vídeos que vi estaba claramente detrás suyo. Kimi, después de la carrera, dijo que perdió el coche y aun con eso, 15 días más tarde, seguimos hablando de lo mismo. Será gente enferma, porque si no, no lo entiendo.
Seguro que lo de «enfermos» sienta mal a algún sector, pero, de verdad, ¿ que solo persiguen sembrar el malestar y polarizar las audiencias? ¿Siempre ha de haber culpables y víctimas? En este caso, habiendo visto la carrera y los vídeos, no me entra en la cabeza cómo un señor, o señora (pero seguro que es un señor con poca vida interior) puede sugerir intencionalidad, con lo claro que está lo contrario. Y, bueno, no sé cómo se le puede dar bola hasta 15 días después.
Atroz.
Vía | Motorsport