Así de claro y duro lo ha dicho Fernando Alonso después de quedarse fuera en Q1 frente a los micrófonos de los enviados especiales “vendrán carreras peores que ésta”, a lo que ha añadido que quien se aburra o se desespere que mejor apague el televisor y no lo vuelva a encender hasta dentro de unos Grandes Premios. Y es que en McLaren-Honda han pasado de pensar en podios a mitad de temporada y luchar por victorias al final de año a tomarse las 10 carreras restantes como test de pretemporada para 2016.
El MP4-30 no se encuentra y además de la gran deficiencia en términos de potencia que tiene el motor Honda, unido a la falta de fiabilidad y un chasis que no parece adaptarse a ningún circuito de los que se han visitado hasta el momento, los ánimos empiezan a decaer. Todo ello a pesar de que Fernando Alonso parecía conformarse con haber reducido la diferencia con Ferrari al segundo y medio. Mientras tanto, Mercedes AMG está más fuerte que nunca en uno de sus circuitos favoritos.
No deja de ser preocupante la situación de los de Woking. Sólo queda trabajar y esperar que con la mejora continua del propulsor japonés se vayan dando pasos adelante, pequeños, pero los necesarios para llegar a la zona media. Porque está claro que el coche de 2016 no será muy distinto al actual, únicamente una evolución del mismo. Es difícil calificar la decisión de los británicos, pero al menos tienen claro que deben seguir por ese camino marcado y tienen confianza en llegar a buen puerto. Otra cosa es que sea correcto.
Spa, Monza, Suzuka… muchas carreras por delante y un sufrimiento que no parece estar cerca de terminar para Alonso (tercera vez esta temporada que no pasa a la Q2) y Jenson Button (séptima). Difícil explicar a los profanos en la materia o a los que simplemente se limitan a ver las carreras y celebrar las victorias, que el resto de la campaña de este año se deberá tomar como un test y que la que está siendo el peor comienzo de año de la historia de McLaren, terminará siendo, si no hay un milagro, el peor año de su larga tradición en el Mundial de Fórmula 1.
El objetivo aquí es terminar y lo va a ser aquí, en Hungría dentro de tres semanas, en Monza, en Spa… Así que no podemos frustrarnos cada fin de semana, este un periodo largo, nos quedan diez carreras y quien se frustre o se aburra, que apague la tele hasta el año que viene o que la encienda en Japón, en México o más adelante. Van a llegar carreras peores que ésta, lo sabemos y el plan es que sean peores que ésta, que empecemos a penalizar, que cambiemos cosas… Todo está yendo peor de lo que esperábamos en principio, pero después de que en la tercera o cuarta carrera viéramos cuál era la situación lo que estamos haciendo, lo que se consigue, es mejor de lo esperado. Pero ya digo que entiendo que desde fuera no sea vea así estando fuera de la Q1, nosotros estamos tranquilos. No tenemos rivales, ninguno, nadie. Tenemos que hacer 52 vueltas, intentar acabar, recoger muchos datos del coche. Podemos ser el quince o el diecisiete, esperemos que mejor el quince, pero ésa no es nuestra misión para la carrera.