Pues lo que esperábamos que fuese un Gran Premio domando de principio a fin por los Mercedes AMG se convirtió en una carrera entretenida y con muchas cuestiones que resolver ya desde la salida. La formidable salida de Nico Hülkenberg y los dos Williams, el casi desastre de McLaren, el vudú que le han hecho al equipo Lotus o la aparición de la lluvia fueron las claves de una carrera que nos tuvo pegados al asiento hasta ver la bandera a cuadros.
Y es que es lo que necesitaba la Fórmula 1. Que alguien enseñara que no hace falta modifica e introducir reglas absurdas o nuevos sistemas de clasificación para aumentar el interés de la Fórmula 1 me recuerda a lo ocurrido en el Mundial de Rallyes con la famosa propuesta del Shootout. La de arena la puso de nuevo la fiabilidad de Carlos Sainz en un fin de semana para los españoles que terminó mucho mejor de lo que empezó.
Lo mejor:
Lo cierto es que hacía falta ver una carrera como esta. Con los Williams permitiéndonos soñar con lo que habría sido la segunda victorias distinta esta temporada. La lluvia, no esperada según las previsiones, animó el final de carrera cuando Lewis Hamilton ya se encaminaba a una victoria segura. Silverstone siempre nos deja ‘cositas’.
La afición británica se merece un reconocimiento. Siempre han sido unos seguidores muy cultos en cuanto a automovilismo y este año han demostrado una fidelidad que no hemos podido ver en Gran Premios como el de Austria o el de España. Hasta 140.000 espectadores se dieron cita en Silverstone desde muy temprano y aguantando estoicamente el chaparrón.
Las reacciones de Nico Rosberg y Sebastian Vettel con lluvia fueron muy meritorias. El de Mercedes AMG consiguió superar a los dos Williams cuando el asfalto comenzaba a mojarse, en una buena muestra de la confianza que tiene en su actual monoplaza. En cuanto al de Ferrari, tras problemas con el ERS que le retrasaron en las primeras vueltas, el cuatro veces campeón del Mundo le devolvió la moneda de Canadá a Felipe Massa y Valtteri Bottas alcanzando una vez más un meritorio lugar en el podio.
No podía dejar fuera de Lo Mejor a Lewis Hamilton. El británico volvió a confiar en el equipo y cuando apenas el asfalto estaba mojado decidió entrar en boxes y apostar por los neumáticos de compuesto intermedio cuando parecía una absoluta locura. Acertó y se le vio de nuevo disfrutar frente a sus compatriotas, trompo incluido.
Lo peor:
La forma de tirar por tierra toda posibilidad de victoria por parte del equipo Williams. Y es que tras una de las mejores salidas de los últimos años. La estrategia fue lamentable. Massa hizo el tapón a Bottas (sí, ya sé que no se le puede pedir a un piloto que renuncie a la victoria, pero al final tiraron el podio también) y después el equipo no supo reaccionar al trabajo de los estrategas de Mercedes AMG partiendo de una posición de ventaja.
Una salida apretada y de nuevo Lotus con sus dos monoplazas fuera de carrera a las primeras de cambio. Ahora tienen motores Mercedes-Benz, un monoplaza aceptable, pero es la diosa fortuna la que les ha dado la espalda. Esperemos que empiecen pronto a conseguir resultados, porque aparentemente el VJM08B ha nacido sano.
Que McLaren celebre un punto como si hubiera sido la victoria más épica de su historia no es una buena señal. La estrategia de comunicación del equipo parece que se está equivocando y que tenga que ser el propio piloto el que salga a apagar fuegos y borrar humos es cuanto menos lamentable. Por lo menos podemos decir que el MP4-30 es resistente a impactos.
Que carrera tras carrera tengamos que escuchar/lees continuos ataques a Max Verstappen y comparaciones con Sainz innecesarias, no sólo porque se le resta merito a lo realizado por el holandés, sino que se le somete a una presión extra al madrileño que sin duda no hace falta que se la recordemos. Se vuelven a caer en errores del pasado. No hace más grande a un piloto quitándole valor a sus rivales…