Hace unas horas hablábamos del aspecto que tendrán previsiblemente los nuevos World Rally Cars con la entrada del nuevo reglamento técnico a partir de 2017 y es hora de que empecemos a mirar debajo del capot. Rallye-Magazine, medio alemán que siempre suele estar muy bien informado acerca del WRC, ha puesto los primeros datos sobres la mesa, el primero de ellos, el aumento de potencia que estaría en torno a 50 CV más respecto a los actuales.
Casualmente esto lo pondría en unas cifras similares a las que nosotros ya pronosticábamos hace unos meses, los 370-380 CV que también gozan los TC1 del Mundial de Turismos. Este aumento de potencia se conseguirá a base de abrir la brida del turbocompresor de los 33 mm de la actualidad hasta los 35 mm. Cifras mucho más realistas, pero menos excitantes, que los más de 500 CV que pedían algunos basándose en el actual Mundial de RallyCross o incluso debido a la morriña que sienten a un año de que se cumplan tres décadas de la abolición de los Grupo B.
La tracción también se verá afectada por estas modificaciones, consiguiendo unas cifras de par cercanas a los 500 Nm, que unidos a la reducción del peso mínimo en torno a 30 kilógramos (situándose la marca en 1.170 kg) harán de los World Rally Cars unos máquinas de acelerar aún más perfectas y eficientes. La guinda del pastel en este aspecto la pone el diferencial central electrónico que también pondrá un granito de arena en mejorar las prestaciones de los futuros coches de rallyes.
En cuanto a la carrocería, lo que ya hemos comentado, coches más anchos y largos (55 mm de largo y 27,5 de ancho), así como elementos aerodinámicos más agresivos y sofisticados (además de caros) que harán que los WRC sean aún más agresivos estéticamente.