La Federación Internacional de Automovilismo no tira la toalla y quiere seguir con su política de contención de costes. Es por ello, que junto a la FOM y los equipos de la actual Fórmula 1 (seis en concreto) estuvieron hablando sobre la posibilidad de introducir nuevas restricciones a los equipos que se salten dichos límites presupuestarios. Una especie de sanciones que pueden repercutir seriamente en la evolución sobre los monoplazas.
En concreto, se habló de una variante de la idea propuesta por Max Mosley de límites presupuestarios. En vez de premiar a los que lo cumplieran, se castigará a los que no limitando los test en circuito y limitando su libertad técnica. Los equipos grandes que no cumplan con el techo de presupuesto sólo dispondrán de 25 horas en el túnel del viento a la semana, 8 días de pruebas invernales y una potencia informática limitada.
Sin embargo, esta opción fue rechazada por los equipos grandes, entre ellos Mercedes AMG o Ferrari, mientras que Sauber y Force India se encuentran a favor de la propuesta. Esto ha obligado a Jean Todt a pensar en otras alternativas, entre ellas limitar el desarrollo de piezas.
Podríamos limitar a los equipos en el desarrollo de piezas. Podríamos por ejemplo permitir a cada equipo limitar el desarrollo a sólo 10 suspensiones al año y 20 alerones cada temporada. Cada pieza será numerada por la FIA y recibirá un sellado, independientemente de si se ha utilizado en carrera.
