Al parecer, existen muchas probabilidades de que otra escudería norteamericana, diferente a Haas F1, se presente a correr en 2016 ya que según se supo, un grupo de inversionistas, encabezados por James Carney y Tavo Hellmund, estarían en conversaciones con el empresario irlandés Stephen Fitzpatrick, propietario de Manor, para sentarse a negociar el destino del equipo. Hellmund fue el responsable de construir el circuito de Las Américas en Texas y organizar el Gran Premio de Fórmula 1; y además es uno de los principales promotores del Gran Premio de México, así que el interés en adquirir a Manor no luce nada descabellado.
Aunque parezca un tanto ilógico apostar por Manor cuando el proyecto de Gene Haas luce muy avanzado, y se origina en Estados Unidos, se cree que las razones para invertir se sustentan en las posibilidades de ver un retorno de la inversión si se toma en cuenta que solo los diez mejores equipos son los que verán el dinero de los bonos que otorga la FOM, y con la escudería de Haas en pista serían once los aspirantes. Por allí si parece factible la cuestión.
También hay que resaltar el hecho de que Manor está realizando un gran esfuerzo para sobrevivir, utilizando una versión actualizada de su chasis 2014 y el motor Ferrari de la pasada temporada, pero también con sus precarios recursos alcanzaron dos puntos en Mónaco 2014, gracias a la gran actuación de Jules Bianchi, y esos puntos representan unos 40 millones de dólares para las finanzas del equipo.
Según el esquema de pagos que rige a la Fórmula 1, las escuderías deben concluir entre los diez mejores en dos de cada tres años, así que tal situación no debería representar un problema para la temporada que viene. No obstante, es evidente que Manor necesita dinero para avanzar porque Fitzpatrick rescató a Marussia de las ruinas y gestionar una escudería con tantas carencias no parece un buen negocio a mediano y largo largo, así que la posibilidad de asociarse con los americanos o venderles el equipo estaría en el ambiente.
Vía | motorsport