James Hunt, un piloto que hacía las cosas a su manera. Un hombre que vivía a su manera y competía en carreras de coches como una parte más de esa vida que vivía al máximo tal y como quería. Seguramente el británico tenía ciertos hábitos que llevados a tal extremo eran cuestionables. Pero lo que está claro es que marcó una época en cuanto a carisma y gracias a su rivalidad y amistad con Niki Lauda, ha perdurado como un icono de la Fórmula 1 de los años 70.
También el diseño de su casco evoca una época distinta y sobre todo una personalidad especial, alejada de los convencionalismos de otros pilotos y sobre todo de la Fórmula 1 de los años 80 en adelante. Hunt supo sacarse de la manga un diseño único y memorable que le identificara tanto en su momento cuando estaba en activo como después de retirarse, en los libros de historia.
El casco de James Hunt usaba un fondo negro que era tan agresivo como sobrio. En una época donde los colores blancos aún eran populares, aparecer con un casco negro era un gesto distinto. Con tal de destacar, Hunt usó tres líneas de colores que rodeaban el casco. Estos tres colores -rojo, azul y amarillo- son los colores de su lugar de estudio y representan al duque de Wellington.
Pero seguramente el verdadero toque de James Hunt en su diseño de casco es el uso de su propio nombre en letras mayúsculas, grandes, anchas, muy visibles en ambos laterales del casco. Cuando uno veía el casco del piloto británico, no podía caberle ninguna duda sobre quien era. No debía caberle ninguna duda. Incluso podría decirse que en combinación con su personalidad, el resultado era altamente atractivo desde el punto de vista de marketing.
Era por lo tanto el diseño de -JAMES HUNT-, que llamó siempre la atención por contrastar vistosamente con los monoplazas que pilotó y con los que se hizo famoso, casi siempre mucho más coloridos y usando el blanco como color base. El contraste de blanco y negro hacía que el resultado fuera destacable, además de fiel al estilo de vida del propio piloto. Seguramente la excepción fuera su último año en la Fórmula 1, con el oscuro Wolf.
El diseño de Hunt se mantuvo prácticamente intacto desde sus tiempos de Fórmula 3 hasta que se retiró de la competición activa. Los únicos cambios vinieron por los distintos patrocinadores que adornaron el fondo negro aunque en alguna ocasión llegó a tener alguna tira de cinta adhesiva blanca que le daba un aire distinto al diseño global. Prácticamente siempre con el protector contra el fuego que le caracterizaba.
Pero no solo James Hunt usó este diseño de casco puesto que en el Gran Premio de Mónaco de 2012, Kimi Räikkönen decidió hacer un homenaje a Hunt usando su diseño adaptado al casco moderno -con unos añadidos en la parte trasera; poco visibles pero representaban a Räikkönen-. El resultado fue una vez más magnífico, muy vistoso y deliciosamente anacrónico. A todos nos encantó.