Un circuito que premia los chasis, en el que el motor pierde algo de importancia respecto a trazados anteriores como Red Bull Ring o Silverstone y en el que Toro Rosso podría haber sacado todo el partido de su equilibrado monoplaza. Max Verstappen así lo ha confirmado, con una gran sesión de clasificación en la que ha terminado noveno. Sin embargo, Carlos Sainz no ha podido rematar, encontrándose muy incómodo después de haber llegado a meterse en el Top 5 en la FP3.
Así lo reconocía el piloto madrileño. Sin paños calientes, Sainz aseguraba que no había conseguido encontrar el balance del STR10 y según él ha sido una buena muestra de que a pesar de la madurez demostrada en este inicio de año, “se ha notado cierta falta de experiencia”. El Toro Rosso sufría en algunas zonas sobreviraje, mientras que en la misma vuelta el coche se iba de delante (en gran parte debido al viento) haciendo muy difícil su conducción.
Si además le sumamos el cambio en las condiciones de pista, Sainz ha perdido todas las referencias y por completo la confianza y el ritmo necesarios para atacar. Finalmente duodécimo en parrilla, algo que en el ‘circuito urbano’ de Budapest (no lo es, pero tienen características parecidas a los de un trazado por las calles de una ciudad) te condena a luchar toda la carrera con los pilotos del pelotón, sin prácticamente puntos en los que tratar el adelantamiento. Esperemos que pueda volver a encontrar el ritmo que mostró durante el viernes para tratar de seguir sumando puntos.