De los tres españoles en pista, Fernando Alonso fue quien mayor provecho sacó de la locura de Gran Premio de Hungría que gozamos este domingo. El piloto asturiano no se libró de pequeños problemas, pero en esta ocasión el motor Honda aguantó y supo mantener las distancias con respecto a Lewis Hamilton en las últimas vueltas para lograr un quinto puesto que sabe a gloria.
Ante los micrófonos de las televisiones hispanoparlantes Alonso explicó que tuvo que sobreponerse a un pinchazo y a una nueva visera traicionera que obstruyó los canales de refrigeración de frenos, pero todo ello no le impidió ir aprovechando los numerosos incidentes que se produjeron en Hungaroring. Como él mismo dijo, «qué pena que se acabase porque cada vuelta me decían que a alguien le pasaba algo».
Más allá de que efectivamente este quinto puesto llega tras abandonos, sanciones y errores de terceros, McLaren ha protagonizado una clara mejoría que el español achaca a que «hemos entendido mejor la filosofía del coche», subrayando cómo todo es más fácil desde la introducción del morro corto. Además espera bastante de las mejores que se incluyan en el motor de aquí a final de año, aunque sea a costa de salir últimos en parrilla.
Foto | McLaren
