A falta de la gran jornada que nos esperaba este lunes con la experiencia de copilotar a Hayden Paddon en el Hyundai i20 WRC (de la que hablaremos largo y tendido más adelante), el domingo se presentaba una agenda algo alterada debido a las lluvias del sábado. En gran parte no porque le afectara directamente al bien diseñado itinerario de Hyundai, sino que los parkings de algunos de los accesos intermedios habían quedado anegados, lo que producía una llegada masiva al resto.
Aun así, es indescriptible la experiencia de ver por última vez a los pilotos entre los arboles, mientras sientes que hay miles de personas, (familias al completo, grupos de amigos, completos desconocidos…) compartiendo la misma pasión que sientes por esta competición alrededor tuyo. Terminas acostumbrándote a oír a los finlandeses comentando en su idioma la prueba, una monotonía que se ve rota al escuchar frases en inglés sueltas con un marcado acento gallego.
Si se suele decir que hay un gallego en la luna, a nadie le sorprendería encontrarse uno en la vasta vegetación finesa, y mucho menos si es el omnipresente Luis Moya. Actualmente como muchos sabréis se encuentra enrolado en las filas de Vokswagen y tan amable como siempre aceptó la invitación a que siguiera con nosotros el paso de los primeros coches antes de que sus labores como consejero le obligaran a marcharse del lugar. Sin duda, siempre es un placer intercambiar impresiones con historia de los rallyes en España y el Mundo, más aún si estás rodeado de este ambiente y en un marco incomparable. Los coches de 2017, Robert Kubica, el estado de forma de Sébastien Ogier, fueron algunos de los temas que pudimos tratar con el bicampeón del WRC.
Sin tiempo para más, nuestro agradable y dicharachero conductor de autobús, Teppo (otro de esos finlandeses que se subió por primera vez en un coche a los 12 años y en un lago helado) nos devolvía al parque de asistencia para poder ver cómo se comenzaba a preparar el podio y compartir también algunos momentos de charla con Toni Sánchez, el cual nos dejaba algunos datos que nos daban una buena muestra de la carga de trabajo que actualmente recibe la planta de Hyundai Motorsport en Alemania.
El cuarto puesto final de Thierry Neuville levantaba algo el ánimo del equipo Hyundai y tanto el belga como Dani Sordo agradecían a todos los miembros de la formación su presencia y labor durante un rally tan duro como este. Mientras que la fiesta en la formación de Martin Prokop retumbaba ayudada por las canciones de rap francés, en Hyundai comenzaba a dejar todo listo para que la empresa sevillana AMG servicios comenzara a recoger desde hoy mismo el mastodóntico (hasta 8 camiones de material) e innovador hospitality del equipo en el que la atención es exquisita. Neuville sería el único en subir a la rampa de meta en una ceremonia que empezaba del 8º hacia delante, terminando con el gran héroe local y portada en muchos de los periódicos finlandeses hoy, Jari-Matti Latvala. La atronadora ovación que recibía el piloto de Volkswagen por parte de sus compatriotas y aficionados retumba aún en mis oídos.
Aunque sin duda, en mi cabeza seguía estando la información que nos hacían llegar desde Hyundai. Hayden Paddon sería el encargado de pilotar la recién llegada unidad de test del i20 WRC en un día que a buen seguro no se me olvidará el resto de mi vida… Mi primera vez en un World Rally Car y lo que era aún más excitante, en Finlandia. Sería difícil conciliar el sueño.