Pedro de la Rosa es uno de los pilotos más carismáticos que ha tenido el automovilismo español, además de ser uno de los tres que han conseguido subirse al podio de un Gran Premio de Fórmula 1 junto a Fernando Alonso y Alfonso de Portago. El catalán ha sido siempre un personaje simpático, educado, bueno con la prensa y los aficionados. Luce con orgullo la bandera de su país y aunque los años no pasan en balde, se resiste a colgar el casco.
Un casco que, como tantos otros, tiene historia detrás. Pedro de la Rosa compitió en sus inicios sin un diseño definido, como la mayoría de pilotos. Cuando llegó el momento de lucir un diseño concreto, pasó a usar una elegante mezcla de base blanca con detalles en color azul oscuro y una bandera española en cada uno de los lados del susodicho casco.
El español, orgulloso de su país, tenía una Rojigualda en cada lado. Pero por decisión propia, la bandera no se mantendría durante mucho tiempo. Conocedor de la realidad política y social en su Catalunya natal y como siempre, educado y respetuoso con todos, De la Rosa decidió de cara a la temporada de 1995 -su primera en Japón- dejar de lado la bandera española por no meterse en debates políticos.
Así nació el diseño que ha usado Pedro durante la mayor parte de su carrera deportiva. Los detalles en azul oscuro se mantuvieron, principalmente en la coronilla -en contraposición con el azul celeste tan popular en los años 90- aunque también alrededor de la visera. El fondo blanco pasó a ser una tira en la parte superior del casco y el rojo y amarillo pasaron a ocupar la mayor parte del diseño.
La parte inferior del casco adoptó un rojo brillante, mientras que el amarillo ocupó el espacio restante, con una forma de «S» que le daba un aspecto activo a la par que llamativo. La nueva identidad del casco fue un diseño de Pedro de la Rosa junto con su mujer, Reyes Ventós. El piloto quedó convencido con el nuevo diseño, pues lo ha usado ininterrumpidamente y sin cambios desde 1995. Además, siempre ha afirmado que le agrada que la gente relacione los colores con la bandera española, pues se siente orgulloso de su país.
Solo en el año 2000, la tira de color blanco pasó a ser de color plateado, algo que mantuvo en 2001 antes de volver al blanco original en el 2002. Desde entonces, el diseño del casco ha tenido como únicos cambios las entradas y salidas de los diferentes patrocinadores de los equipos por los que De la Rosa ha ido pasando, que no han sido pocos a lo largo de su carrera en la máxima categoría.
Tras Jordan, Arrows, Prost brevemente y Jaguar luego, el español acabó en McLaren. De allí pasó a Sauber tras un test con Force India antes de volver a McLaren para luego terminar en HRT y Ferrari. Por ahora, mantiene sus opciones abiertas más allá de la Fórmula 1. Esperamos que el siempre reconocible casco de Pedro de la Rosa siga en activo por mucho tiempo.
