Uno de los mecánicos de Volkswagen levantó la liebre hace unas semanas, la web oficial del WRC lo desvelaba ayer (también L’Equipe el lunes) y Luis Moya nos lo confirmó en pleno corazón de Finlandia. El gallego respondía entre paso y paso de los World Rally Cars a nuestras preguntas y entre ellas nos confirmó que ya habría llegado a la sede de Wolfsburgo un prototipo del futuro Volkswagen Polo R WRC, modelo con el que esperan competir a partir de 2017 bajo la nueva reglamentación técnica.
El gallego nos aseguró que los test comenzarían ya después del próximo Rallye de Alemania, en agosto, lo que significa que van mucho más adelantados que el resto, ya que algunos esperan tener el coche rodando el próximo mes de abril. Es de esperar que sea una especie de mula de pruebas (coche laboratorio), similar a la que ha estado utilizando hasta el momento TMG y que tan sólo ha servido para probar la mecánica que a la postre llevará el Toyota Yaris WRC’17 que va a construir la formación dirigida por Tommi Mäkinen. Precisamente algunos rumores en Finlandia apuntaban a la posibilidad de que Juha Kankkunen se uniera al proyecto de su compatriota, sin embargo, esta opción parece descartada por los más allegados.
Obviamente la pregunta sobre qué le parecían los nuevos coches a uno de los hombres pertenecientes a la vieja guardia, que además de competir con los Grupo A y WRC 2.0, también fue director del equipo Subaru, era obligada. El gallego nos respondía sin tapujos, afirmando que serán más espectaculares y que los 60 CV extra que se esperan de ellos junto a la reducción de peso y la mayor carga aerodinámica los hará mucho más rápidos, mientras que el diferencial central al parecer eliminará el subviraje.
También pudimos hablar sobre los pilotos del actual Campeonato del Mundo, entre ellas las jóvenes promesas de Esapekka Lappi y Hayden Paddon, el mal año que está teniendo Thierry Neuville, del cual hasta Moya esperaba algo más, y sobre Robert Kubica. El polaco va según el bicampeón del mundo, “por encima de sus posibilidades actuales” y existe el miedo a que se pueda hacer mucho daño, algo que ya ha dicho en el pasado, entre otros, Walter Röhrl.
