No voy a engañar a nadie. No daba un duro por Jari-Matti Latvala en el Rally de Finlandia 2015 pese a correr en casa. Y hete aquí que me dejó en ridículo con una victoria más que merecida ante su compañero de equipo Sébastien Ogier. Sin embargo la duda razonable es si esto puede espolear a Jari-Matti o se trata simplemente de una última alegría en mitad de su decadencia.
Me inclino por la segunda opción. Más que su victoria lo que le puede dar aire en Volkswagen es el accidente que sufrió Andreas Mikkelsen: de este modo, Latvala se queda segundo en el campeonato y el noruego cae al cuarto puesto, despertando unas dudas sobre si de verdad podría asumir el rol de segundo piloto. Algo que para mí no se ajusta ni de lejos a la realidad del campeonato que estamos viviendo.
Tres cuartos de lo mismo me ocurre con Citroën Racing. Por muy defensor que haya sido siempre de Mads Ostberg y de que es normal que Yves Matton esté hasta los mismísimos de Kris Meeke, el norirlandés sigue siendo el único que ha ganado este año sin pilotar un Volkswagen Polo R WRC y el único que Finlandia aparentó tener la punta de velocidad necesaria para echarle carreras a Latvala y Ogier. Se la pegó de la forma más tonta, fue un error carísimo para su equipo y probablemente para su carrera, pero se la pegó yendo rápido. ¿Desde el punto de vista del aficionado cómo puedo criticar a quien intenta darlo todo? Mejor eso que la apatía.
No sé si hay capillas cercanas al Panzerplatte o Baumholder, pero Hyundai va a tener que echar un vistazo y encomendarse a todos los santos para intentar que caiga del cielo otra victoria inesperada en Alemania. Poco puede exigir a sus pilotos un equipo que ha retrasado todo un año el estreno de su nuevo World Rally Car, pero la impresión en Finlandia fue francamente pobre. Otra vez Paddon tirando del carro, para acabar siniestrando su i20 WRC; otra vez Thierry Neuville lejos del rol que se le presupone; y otra vez Dani Sordo desdibujado.
Hay quien dice que al menos estuvo a la altura de Neuville… tampoco es que sea mucho de lo que presumir en este caso y el belga al menos no lo pifió y sumó el cuarto puesto. La decisión de cara a Australia está más que justificada y sólo queda esperar que por un lado le sirva como revulsivo, al igual que ocurrió en 2013, y por otro que en Hyundai se pongan las pilas con el coche nuevo cuanto antes mejor.
A Ott Tänak le pasó en Finlandia un poco como a Thierry Neuville, pero con el hándicap de haber dañado un amortiguador en la primera etapa. Pero manteniendo la calma pudo pescar un quinto puesto que va equilibrando con toda la justicia del mundo su lucha con su compañero Elfyn Evans, que se fue de vacío. Lo normal es que M-Sport mantenga su apuesta en 2016, pero no es nada descabellado que un primer espada busque refugio en los brazos de Malcolm Wilson a la espera de que llegue Toyota. Por algo los coches de Wilson son los preferidos de Sarrazin o Camilli cuando salen a competir…
Otro foco de atención de Finlandia y el mercado de fichajes, que al final son todo uno, fueron los pilotos de Skoda en WRC2. Esapekka Lappi, en especial, y Pontus Tidemand arrasaron en la categoría. Si la diferencia con Stéphane Lefebvre puede ser achacada al gran nivel demostrado por la última creación de Mladá Boleslav (por algo se han tirado más de un año desarrollando el Fabia R5), a nadie le habrá pasado desapercibido que Lappi echó carreras a los WRC y endosó un minuto a su compañero de equipo. En principio seguirá en Skoda en 2016, pero ya va pidiendo vez. La cuestión es si le renta moverse de VAG.
Y mi bola de cristal se avería al llegar al mejor privado del fin de semana. Juho Hänninen volvió al Mundial de Rallyes tras el coitus interruptus de Suecia y lo hizo con un buen nivel al terminar sexto. Es decir, igualó su mejor resultado en el Mundial. No osaré decir que por esta actuación merece un asiento oficial, pero desde luego es una pena que se pase tres cuartas partes de la temporada en casa. ¿Tendrá una oportunidad como piloto de test de Toyota ahora que Tommi Mäkinen ha deslocalizado el proyecto a Jyväskylä y da muestras de perder la chaveta?
El último apunte de este Control Stop va para el récord que obtuvo Jari-Matti Latvala, dado que este Rally de Finlandia 2015 se convirtió en la prueba del Mundial de Rallyes con mayor velocidad media de la historia, por encima de los 125 kilómetros por hora. Hace no tanto, cuando un tramo superaba los 130 significaba que tardarían poco en amputarlo mediante chicanes. Para 2017 los WRC serán mucho más rápidos… ¿Corre riesgo Finlandia tal y como lo conocemos? ¿Volveremos a quedarnos sin Ouninpohja? A veces hay que tener cuidado con las buenas noticias.