El piloto alemán manifestó que en estos tiempos se hace muy difícil entablar lazos fraternales tal como sucedía en los años 60, 70 y 80, épocas en las cuales se podía observar a un grupo de grandes pilotos competir con fiereza en la pista, pero también se apreciaba que eran buenos amigos fuera de ella. Según Vettel, esa hermandad se ha perdido porque la Fórmula 1 derivó en un ambiente tan comercial y profesional que impide cultivar auténticas amistades.
Explicó que tras cada piloto y cada escudería convergen múltiples intereses económicos que en muchos casos impiden aproximarse a los rivales porque representan a una marca rival, situación que a su vez imposibilita compartir, entre compañeros, la pasión por las carreras. Para Vettel, resulta triste no poder pasar un buen rato junto a sus colegas, tal como sí lo hicieron las leyendas del pasado.
Entiendo que vivimos momentos diferentes a lo que fue la Fórmula 1 hace unas cuatro décadas atrás, cuando cualquier circunstancia agrupaba a los pilotos. Ahora cada quien tiene su propia vida y se ocupa de sus asuntos. Si nos fijamos en las agendas personales, no queda mucho tiempo para unirnos porque todo el mundo pone sus propios intereses antes que el de los demás. Eso es triste. Al final compartimos una pasión común, aunque es normal que existan ciertos rencores. Es como una clase de la escuela. Hay algunos chicos que les caes bien y otros a los que no les agradas.
Vía | motorsport