No era tampoco un secreto. El Peugeot 2008 DKR con el que Carlos Sainz, Stèphane Peterhansel y Cyril Despres se plantaron en la línea de salida del pasado Dakar no estaba optimizado al 100%, ni mecánicamente, ni a nivel de pilotaje. Así lo ha confirmado el propio Bruno Famin ante el silencio mostrado por los pilotos tras la cita sudamericana. El director de Peugeot Sport ha declarado que el coche estaba lleno de puntos débiles y además tenía una tendencia a ponerse a dos ruedas y volcar.
Sin ir más lejos, tras los primeros test ya se dijo que Carlos Sainz había puesto el coche ruedas arriba e incluso llegó a haber rumores de que el chasis se había rajado. No sólo eso, como ya se ha dicho en otras ocasiones, el habitáculo era pequeño y en él se alcanzaban temperaturas demasiado altas a pesar de que en Peugeot se curaron en salud y pintaron el techo de blanco para tratar de que el sol del desierto calentara lo menos posible el interior.
Además de no gozar de los privilegios de los buggies en materia de suspensiones, tampoco lo hizo en cuanto al peso mínimo, con un conjunto bastante más pesado de lo que debería. Ni la entrega de potencia, ni la caja de cambios fueron todo lo competitivas que deberían, es por ello que han sido las dos áreas que primero han recibido evoluciones. Pocas piezas se mantendrán iguales para 2016, sin embargo sólo dos unidades contarán con la evolución completa.
No podemos estar satisfechos con una undécima plaza final, nos hubiera gustado ganar un par de etapas, casi lo logramos, pero hubo algunas cositas que lo impidieron, pero éste es un programa a medio plazo y el resultado del 2015 nos ayuda muchísimo para mejorar el auto, mejorar el equipo. Los puntos débiles del coche fueron todos, porque el coche fue a correr sin desarrollo, había que mejorar todo: el peso, el trabajo de las suspensiones, el rendimiento del motor, la relación de caja. Los puntos más criticados por los pilotos fueron la inestabilidad del chasis, con la tendencia a volcar en dos ruedas y la falta de respuesta del motor especialmente en grandes altitudes. La gran virtud fue la fiabilidad. Una gran conclusión que hemos sacado es que el concepto que habíamos definido nos satisfizo: dos ruedas motrices, tracción trasera, motor turbodiésel, todo eso lo confirmamos, y seguimos creyendo que es una buena solución para ir a luchar contra los Mini.
En cuanto al número de coches que estarán en la salida del Dakar 2016, Famin ha declarado a Página 12 que se espera que sean entre 3 y 4 unidades, sin embargo, todavía no se conoce cuáles serán sus pilotos, ya que además de los rumores sobre Petter Solberg o Romain Dumas, Bruno no ha querido ni descartar ni confirmar la posibilidad de que Sébastien Loeb tome parte del Rally-Raid más duro del planeta. En cuanto a los pilotos actuales, el mandamás de la sección deportiva del león ha negado cualquier tipo de roce con Sainz en cuanto a la forma de plantearse la estrategia de carrera.
Muy contento, sí, con Stèphane Peterhansel, con Cyril Despres. Ellos irán ahora en septiembre a correr el Rally de China, con los autos que condujeron en el Dakar. No hubo roces, para nada. Sainz es el tipo de piloto que empuja realmente a un equipo. No lo conocí, pero me imagino que Schumacher era igual, lo mismo que Alonso, este tipo de personajes son muy exigentes, piden cosas con autoridad porque ellos están capacitados para ganar y por lo tanto quieren el mejor auto, el mejor equipo. Sus exigencias son muy positivas para el equipo. Sainz está a full en el proyecto.
Vía | Página 12
