En la temporada pasada fueron públicas y notorias las quejas del equipo de Enstone contra Renault, anticipando la ruptura de una sociedad que se remonta a los antepasados más remotos de la escudería, de cuando era Benetton. Pero apenas han pasado unos cuantos meses y, a pesar del ascendente rendimiento que han experimentado junto a Mercedes, la plana mayor de Lotus desea convertirse en equipo Renault cuanto antes porque las finanzas están en alerta roja.
Esta semana, el periódico Sunday Times publicó que Andrew Ruhan, uno de los principales accionistas de Lotus, enfrentará dos grandes demandas legales, incluyendo su divorcio, lo que representará un duro golpe para la estabilidad de la escudería. En tal sentido, Gerard López, propietario de Lotus, manifestó que estaría dispuesto a vender hasta el 80% del equipo. Por su parte, Federico Gastaldi, jefe adjunto de Lotus, se apresuró a declarar que volvería a trabajar con Renault, en el contexto que sea, incluso si los franceses retornan como propietarios.
Ciertamente, Lotus es una escudería cliente que no posee solidez financiera ya que depende directamente de Genii Capital y ha sido evidente que las inversiones han generado pérdidas económicas en los últimos años. Los traslados de Kimi Räikkönen, James Allison y Eric Boullier son prueba de ello. De disputar victorias y podios, Lotus pasó simplemente a luchar por puntos, con un presupuesto cada vez más asfixiado.
En declaraciones de Federico Gastaldi:
Para nosotros sería fantástico que Renault regrese. Sería más fácil en la parte de inversión y desarrollo. También se presentaría la posibilidad de traer de vuelta al personal que nos ha dejado. Por supuesto que la primera parte interesada por buenos resultados debe ser Renault porque es un gran fabricante de automóviles y goza de prestigio en los deportes a motor.
Vía | motorsport total