Desde su retorno a Ferrari en 2014, Kimi Räikkönen lo ha pasado mal, viéndose superado por sus compañeros de equipo de forma clara y con rumores que le sitúan fuera de la Scuderia. Aunque en 2015 se ha visto una progresión desde el año pasado, solo ha conseguido subirse al podio en una ocasión y lejos queda ya la última victoria de rojo en el Gran Premio de Bélgica de 2009, del que pronto hará seis años.
La Fórmula 1 llegaba a Spa-Francorchamps en medio de una dura lucha entre los Brawn y los Red Bull. Estos últimos parecían estar en mejor estado de forma pero la ventaja de Jenson Button en el campeonato era suficiente para que fuera tranquilo. Lo normal habría sido que la sesión clasificatoria viera a los Brawn -gracias al potente motor Mercedes- y a los Red Bull batallar por las primeras posiciones.
Pero para sorpresa general, Jenson Button clasificó en décimo cuarta posición, los Red Bull en octava y novena posición y Rubens Barrichello solo pudo ser cuarto. La pole position fue, contra todo pronóstico, para un exultante Giancarlo Fisichella. El italiano había llevado el que era considerado como el peor coche del campeonato a la pole position del circuito más desafiante del calendario. Tras él, Jarno Trulli y Nick Heidfeld, con Kimi Räikkönen sexto.
La gran duda era ver si el Force India de Fisichella podía estar toda la carrera delante y en la salida empezó demostrando que todo parecía indicar que sería así. El italiano no se dejó sorprender por ningún rival y mantuvo la primera posición. Por detrás, Räikkönen fue hábil en la salida y recuperó tres posiciones. Traccionando mejor desde la Source y pasando Eau Rouge mejor que Heidfeld, que había subido hasta la segunda posición, llegó a Les Combes por delante del alemán.
Räikkönen solo tenía a Fisichella por delante aunque la velocidad de su rival era suficiente como para que un adelantamiento fuera prácticamente imposible de plantear. Pero antes de todo eso, en esa primera pasada por Les Combes llegó el incidente de carrera. Un Romain Grosjean excesivamente optimista causó una colisión múltiple que dejó fuera de carrera a Lewis Hamilton y a Jenson Button, además de a Jaime Alguersuari y a él mismo.
El incidente provocó la salida del coche de seguridad, que se mantuvo en pista durante cinco vueltas. Tras volver a boxes y reiniciarse la carrera, Räikkönen puso su plan en movimiento. El finlandés apuró la frenada de la primera curva sin intentar adelantar a Fisichella y se enganchó al difusor del Force India. Entre la Source y Les Combes, el piloto de Ferrari usó todo el KERS del que disponía para la vuelta y eso le permitió adelantar al Force India, que no disponía de dicho sistema.
Räikkönen conseguía así situarse en una primera posición que ya no soltó hasta la bandera de cuadros. Fisichella estuvo toda la carrera justo detrás de su futuro compañero de equipo -el italiano fue llamado a filas para reemplazar a un Luca Badoer que no estaba rindiendo como substituto de Felipe Massa tras lo sucedido en Hungría-. Hubo un momento en el que parecía que por ritmo hasta la victoria era posible para Force India.
Pero el KERS le daba a Räikkönen y Ferrari una ventaja táctica a la hora de defenderse de los ataques del sorprendente rival con el que se habían encontrado. Finalmente, Kimi Räikkönen obtuvo la que es a día de hoy su última victoria con Ferrari, mientras que Giancarlo Fisichella terminó en segunda posición en su última carrera con Force India. Sebastian Vettel completó el podio, marcando la vuelta rápida en un desesperado intento de alcanzar a los líderes.
Rubens Barrichello consiguió dos puntos que le acercaban ligeramente a Jenson Button, mientras que Mark Webber volvió a quedarse sin puntos. En cuanto a Fernando Alonso, a bordo del poco competitivo R29 tuvo que abandonar poco después del ecuador tras una carrera anónima. Sería él, el encargado de ganar para Ferrari durante las temporadas siguientes, hasta la llegada de Vettel en 2015…