Al parecer, el jefe de la escudería austriaca envió una notificación formal a Renault para exigir respuestas contundentes con respecto al contrato de suministro de motores que expira a finales de 2016. Se cree que el interés de Horner en apresurar las decisiones es porque cuenta con un acuerdo alternativo con Mercedes y desea iniciar el programa de la próxima temporada cuanto antes. La misma situación aplica para la escudería Toro Rosso, el otro cliente de Renault. En pocas palabras, Horner quiere saber si Renault va a comprar Lotus o si todo va a permanecer como está.
En sus declaraciones a la prensa, Horner no asomó los detalles acerca de una ruptura de contrato si Renault otorga el status de equipo oficial a otra escudería y deja a Red Bull como un cliente. Pero sí afirmó que existen obligaciones entre ambas partes y al vulnerarse alguna cláusula se podría desconocer el acuerdo, por ello aspira que Renault se apresure en comunicar sus planes en el futuro más inmediato.
También manifestó que Renault, hasta el año pasado, se pudo encargar de cuatro equipos, pero esta temporada Lotus decidió asociarse con Mercedes y Caterham desapareció, así que en lugar de canalizar mayores esfuerzos en Red Bull y en Toro Rosso han dado varios pasos atrás en rendimiento. Esa es una de las razones para preocuparse en caso de continuar con Renault y no se observen mejoras en los propulsores para aspirar con regularidad a las victorias, tal como hicieron en años recientes.
Todo lo que puedo decir es que tenemos un contrato con Renault pero estamos a la espera de escuchar los planes y compromisos que tendrán a largo plazo. Supongo que una vez que nos enteremos de lo que harán seremos capaces de tomar decisiones con respecto a nuestro futuro. El contenido del contrato con Renault es confidencial, pero en estos tipos de acuerdo hay obligación de competitividad entre ambas partes. También el coche del próximo año no se podrá planificar hasta que no tengamos seguridad acerca de cuál será nuestro proveedor de motores.
Vía | motorsport