Sébastien Ogier y Sébastien Loeb buscan heredero. El programa de jóvenes pilotos de la FFSA no deja de generar nuevos talentos. Quentin Gilbert, Sébastien Chardonnet (que sigue su preparación en Italia) y ahora Stéphane Lefebvre están llamados a ser el relevo generacional de los dos pilotos que han sembrado el terror durante la última década en el Mundial de Rallyes. Ahora Citroën no está dispuesta a dejar escapar a su nueva perla y por ello está acelerando su proceso de aprendizaje.
Con el Citroën DS3 R5 sin permitirle luchar por las victorias en el WRC2, la firma de los dos chevrones quiere que Lefebvre vaya cogiendo ritmo de competición y asistiendo a la dureza del WRC. Tras su gran papel en Alemania (décimo en su debut), Stéphane ha sido confirmado para el Tour de Corse, prueba que es nueva para algunos de los jóvenes pilotos del Mundial, pero que el francés ha podido competir hasta en dos ocasiones gracias a su participación en el ERC.
En Citroën Racing no ha sorprendido el talento del Lefebvre, sí la facilidad para demostrarlo y sus conocimientos técnicos, y por ello, además de estas dos pruebas que ya estaban programadas con el DS3 WRC, también estará en Australia haciendo los reconocimientos. Una buena señal de que en el equipo quieren contar con él en un futuro próximo. Con la marca sin todavía haber decidido en qué campeonato continuarán a partir de 2017, la llegada de este soplo de aire fresco que ha supuesto toda una revolución en Francia puede ser determinante a la hora de hacer caer la balanza hacía un lado u otro.
