Han reaccionado a tiempo. Niki Lauda y Toto Wolff eran conscientes que darle un motor de la calidad y rendimiento del de Mercedes-Benz a Red Bull era algo así como dispararse en un pie con una escopeta que ellos mismos habían cargado y quitado el seguro. Por mucho que a la firma de la estrella le pareciera un buen movimiento en términos de marketing (captación de público joven), lo cierto es que los intereses deportivos parecen haber prevalecido.
Sin embargo, Mercedes sigue teniendo la papeleta de faltarle un equipo cliente. El posible paso de Lotus a Renault deja la puerta abierta a otra escudería y esa sería Manor que ha estado utilizando toda la temporada los propulsores de Ferrari de 2014. Con las conversaciones entre los británicos y alemanes confirmadas, ahora queda por saber qué puede ofrecerle la escudería de Bob Bell a los de Stuttgart.
Además de que las capacidades de Manor no son las de Red Bull, lo que significa que difícilmente puedan plantar éstos cara sobre la pista con las mismas cartas que Mercedes AMG, se rumorea de que Toto Wolff estaría interesado en sentar a su joven promesa, Pascal Wehrlein, en un equipo de la Fórmula 1 para comenzar con el aprendizaje. La posibilidad de Force India está ‘oficialmente’ cerrada debido a la más que posible renovación de Sergio Pérez, por lo que pocas opciones quedan abiertas para subir al germano ya en 2016.
