Entre los pilotos más conocidos de la historia del automovilismo estadounidense no se suele contar a Eddie Cheever, un hombre que estuvo en la Fórmula 1 en una época donde Estados Unidos tenía varias carreras al año pero una presencia a nivel de pilotos mínima. Además, una vez terminado su periodo en la Fórmula 1 se fue a la IndyCar y hace menos de diez años aún tomó parte en las carreras de la IRL, luchando con las jóvenes promesas que hoy en día están delante en América. Su casco, como buen americano, es un homenaje a su patria.
El casco de Cheever se basaba en el clásico concepto de las barras y estrellas que siempre se ha identificado con los Estados Unidos. Es un motivo que suele utilizarse en decoraciones relacionadas con el país y además están también en la bandera. De hecho, los colores del diseño del casco eran los mismos que los de la mencionada bandera; los tradicionales rojo y azul con una estrella blanca con un gran protagonismo en el lateral.
El casco tenía una base compartida con los dos colores; la mitad superior en color rojo y la mitad inferior en color azul. La estrella blanca del lateral se llevaba todo el protagonismo, gracias a cinco rayas de color blanco que «nacían» en cada una de las puntas. Esto hacía que el diseño de Cheever fuera, esencialmente, un diseño de «barras y estrellas» con los colores de la bandera de los Estados Unidos; el mejor homenaje posible.
A lo largo de su carrera deportiva hubo algunos cambios al diseño. Durante su etapa en la Fórmula 1, solo en una ocasión llevó la barra que estaba situada encima de la visera en color azul -contrastando sobre fondo rojo- en lugar del blanco habitual. Por lo demás, en la categoría reina el diseño se mantuvo idéntico en los diez años que estuvo compitiendo. Los cambios llegaron con su vuelta a Estados Unidos para competir en la IndyCar.
Con su llegada a la IndyCar a tiempo completo, las líneas blancas que tenían su nacimiento en la estrella se ensancharon y ganaron protagonismo de forma clara. Paralelamente, Cheever añadió bordes con un tono entre amarillo y dorado para estas rayas blancas, lo que dio una imagen completamente distinta a la vez que familiar al casco del norteamericano, que pilotó a lo largo de toda la década y hasta 2002, antes de volver por varias carreras en 2006.
Como es habitual, otro de los cambios que se fueron viendo a lo largo de los años fueron los distintos patrocinadores aunque en el caso de Cheever, generalmente evitó lucir demasiados logos en su casco, destinándolos principalmente a su visera. Este elemento fue cambiando de color dependiendo del equipo en el que pilotara en cada momento, con los logos pertinentes. A Cheever no le faltaron los homenajes. Evidentemente su hijo, Eddie Cheever III -hoy en día en la NASCAR europea aunque compitió en la Fórmula 3 italiana y llegó a probar un Ferrari F60 de Fórmula 1 en 2012- es uno de ellos.
Cheever III usaba un diseño reminiscente del original de su padre con una estrella blanca y los colores rojo y azul con mucho protagonismo, aunque el resultado final es algo distinto. Pero el más conocido es el caso de Anthony Davidson, piloto británico que actualmente está en el mundial de resistencia pero que llegó a competir en Fórmula 1. Davidson reconoció hace algunos años que vio el casco de Cheever cuando comenzaba a competir y junto con su padre, un diseñador gráfico, crearon una version propia.