Tras ganar el Gran Premio de Italia de 2010, Fernando Alonso llegó a Singapur en tercera posición del campeonato del mundo de Fórmula 1, recuperando sus opciones de luchar por el título. En Singapur, un circuito exigente, con un Ferrari mucho más entonado, el asturiano esperaba poder luchar por ganar y recuperar más puntos frente a Mark Webber, líder del campeonato con su Red Bull. Entre ellos, un Lewis Hamilton en medio de ambos, buscando sus propias opciones de título.
En la sesión clasificatoria, Alonso demostró la elevada competitividad del Ferrari con el mejor tiempo en la Q1 y el segundo en la Q2 antes de marcar la pole position en la Q3, por delante de Sebastian Vettel. Tras ellos, los dos McLaren con Lewis Hamilton por delante de Jenson Button, mientras que Mark Webber y Rubens Barrichello ocuparon la tercera fila. Por detrás, Jaime Alguersuari consiguió una meritoria undécima posición mientras que Felipe Massa partió desde la última posición al quedarse sin marcar tiempo el sábado.
Para la salida, Alguersuari sufrió una fuga de agua y tuvo que salir desde el pit-lane. Por delante, Vettel realizó una buena salida pero Alonso marcó el territorio y mantuvo el liderato por delante del alemán y Hamilton en tercera posición. Un toque entre Vitantonio Liuzzi y Nick Heidfeld causó el abandono del primero y la salida del coche de seguridad, que reagrupó a los pilotos que lo que querían era batallar por posición. La carrera prosiguió con Alonso manteniendo una prudente ventaja de tres segundos sobre Vettel.
Llegando al ecuador de la carrera, Kamui Kobayashi realizó un trompo en la entrada de la curva que pasa por debajo de la tribuna y Bruno Senna, doblado e incapaz de esquivarle, le golpeó. Esto provocó la segunda salida del coche de seguridad, que volvió a reagrupar a todos los coches, eliminando las diferencias entre los pilotos. En esa circunstancia, ambos pararon a boxes en la misma vuelta. Vettel podría haber intentado durar una o dos vueltas más en pista pero eso le habría hecho encontrarse con los McLaren en pista, perjudicándole a largo plazo.
También Alonso había parado para evitar encontrarse coches que le quitaran la posibilidad de marcar su ritmo. Los dos hombres de cabeza estaban a una altura completamente distinta de los rivales y siguieron con su ritmo, lejos del grupo perseguidor. Hamilton, por su parte, intentó adelantar a Webber en la primera vuelta tras reiniciarse la carrera pero por un exceso de confianza con los neumáticos fríos, el movimiento acabó en contacto. El australiano pudo seguir en carrera pero el piloto de McLaren tuvo que abandonar.
Con los pilotos de delante manteniendo la distancia entre ellos, la acción la puso un Robert Kubica que sufrió un pinchazo cuando era sexto y tras cambiar los neumáticos y volver a pista en décimotercera posición, adelantó a seis pilotos y consiguió remontar hasta ser séptimo gracias a la cantidad extra de agarre. Uno de los momentos del gran premio llegó con el toque entre Sébastien Buem y Heikki Kovalainen. El piloto de Lotus -el de Tony Fernandes- acabó llegando hasta la recta de meta con el sistema de carburante dañado, lo que acabó con un incendio.
Kovalainen demostró en esa acción una elevada comprensión de los protocolos de seguridad. El finlandés decidió no entrar a boxes puesto que el coche tenía ya un incendio y meter el coche allí habría sido potencialmente peligroso. Con la cabeza fría, llegó hasta la recta de meta y paró en un lugar seguro, en el lado izquierdo, donde tampoco molestara en la trazada. Una vez bajó del coche, su equipo -había parado justo debajo de su muro de boxes- le entregó un extintor y el propio piloto se convirtió en comisario por un momento, apagando el fuego.
Faltaban apenas tres vueltas para el final, en las había aún tensión. Alonso cometió un error en la entrada de la recta de meta para empezar la última vuelta, lo que permitió que Vettel se acercara peligrosamente. Pero la presencia de varios pilotos doblados hizo que Vettel nunca pudiera atacar a su rival. Así, Alonso cruzó la línea de meta por delante del alemán y Mark Webber en tercera posición. Jaime Alguersuari, por su parte, se quedó fuera de los puntos a pesar de una buena remontada, siendo duodécimo.
Este resultado significó que Alonso se situaba en segunda posición del campeonato a tan solo once puntos de Webber. Dos carreras más tarde habría llegado ya a liderar el campeonato del mundo, posición que mantuvo hasta la última carrera del año, cuando Sebastian Vettel ganó la carrera y la famosa situación con Vitaly Petrov hizo que el de Red Bull se llevara su primer título, privando a Alonso del tercero de su carrera deportiva. Pero eso, como suele decirse, ya sería otra historia.