Las actuaciones de Elfyn Evans esta temporada no están siendo lo que deberían. El galés está teniendo una segunda mitad de año muy irregular, en la que no ha terminado de encontrar el ritmo y lo que es peor, no sabe el motivo. El pupilo de Malcolm Wilson tuvo un gran inicio de año, con los cuartos puestos en México y Portugal y el tercero de Argentina (tras la debacle mecánica de Volkswagen) como mejor resultado. Sin embargo, a partir de ahí su rendimiento fue en picado, tanto que en algunos sitios ponían incluso en duda su participación en los últimos tres rallyes.
Con su compañero de equipo, Ott Tänak, sólo un punto por detrás en la clasificación, el teórico número uno de M-Sport estaba llamado a aportar unos puntos más en la reñida lucha que están teniendo con Hyundai y Citroën por el segundo puesto en el campeonato de fabricantes. Con sólo 29 puntos de diferencia entre los tres, el gris desempeño de Evans ha lastrado en parte a los de Cumbria, que se la prometían muy felices con el estreno del nuevo Ford Fiesta RS WRC Mk.II.
Sin embargo, por lo visto en directo, el coche ha dejado de tener el comportamiento neutral que lo caracterizaba. El que según los pilotos era el World Rally Car con mejor chasis, ha pasado a sobrevirar en las curvas de baja velocidad, algo que en terrenos con poco grip supone una importante pérdida de tiempo. A pesar de todo ello, Malcolm Wilson ha querido tranquilizar a su apuesta. El ganador de la WRC Academy en 2012 ha sido ratificado para el resto de temporada (Francia, España y Gales) aunque no tiene seguro su asiento para 2016. Urge encontrar unos reglajes que le permitan ‘encontrarse’.
Yo le he dicho que no escuche toda esa mierda sobre que él va a ser sustituido. No será sustituido. Puedo garantizar que va a estar en el coche los últimos tres rallyes de la temporada, pero tenemos que ver algunos cambios.
Vía | Autosport