Este post debería contar cómo en una buena carrera Carlos Sainz se aprovechó de los abandonos y los Safety Cars para, con un par de adelantamientos más que destacados, remontar y sumar puntos por primera vez en cuatro meses. Pero el lamentable espectáculo brindado por la Scuderia Toro Rosso en los últimos compases del GP de Singapur nos lo impide.
El piloto madrileño se colocó tras la estela de Fernando Alonso en una salida limpia y pese a que perdió posiciones al perder tiempo en su primera parada evitando el ‘unsafe release’ ante el tráfico que había en esos momentos en el pitlane. El cielo se le abrió con la llegada de los Safety Cars, especialmente el segundo. Perdió posición con Max Verstappen al entrar ambos a montar superblandos, pero la estrategia demostró ser la correcta y juntos avanzaron encadenando adelantamientos espectaculares hasta que se quedaron encajonados tras el veloz Force India de Sergio Pérez.
En las últimas vueltas, Max Verstappen recibió instrucciones de dejar pasar a Carlos Sainz y permitir al español intentar pasar al mexicano. Pero Verstappen, que había recuperado la vuelta perdida tras calar en parrilla y remontado de forma espectacular, se negó al considerar su ritmo superior. El lío estaba servido al cruzar meta octavo por delante del español.
Sainz trató de ser diplomático ante las televisiones hispanoparlantes, pero terminó subrayando que durante la temporada ha dejado pasar hasta en tres ocasiones al neerlandés. Por el contrario, Franz Tost parece haber cuestionado las órdenes que desde el muro de la Scuderia Toro Rosso recibió Verstappen, al considerar que la ventaja de neumáticos, algo más frescos, de Sainz era insuficiente para optar a adelantar a Pérez. Continuará, seguro…
Foto | Red Bull Content Pool
