Nürburgring coronó a Nissan y sus pilotos Alex Buncombe, Katsumasa Chiyo y Wolfgang Reip como campeones de las Blancpain Endurance Series, el exitoso campeonato internacional de resistencia organizado por Stéphane Ratel para sus GT3. A la última cita llegaban bastantes equipos y equipos con opciones de alzarse con el título, pero algunos de ellos se cayeron incluso antes de arrancar la competición: vencedores de las 24 Horas de Spa y con un carro de puntos a sus espaldas pese a que sólo corrieron allí y en Paul Ricard, Lucas Luhr y Markus Palttala no acudieron a Alemania y optaron por correr en la cita de Austin del United SportsCar Championship.
Ya la sesión de clasificación dejó intuir el desenlace final del campeonato. Pese a que la pole fue al Lamborghini Huracán #63 de Grasser Racing Team, dos Nissan GT-R le secundaron, colocándose así en primera fila el oficialísimo de Buncombe, Chiyo y Reip. Eso sí, hasta veinte coches se colocaron en un segundo, por lo que la carrera y la lucha por el título se anunciaban aún muy abiertas. El mejor español de los cuatro en parrilla fue Andy Soucek al colocarse los dos Bentley Continental oficiales en 6ª y 7ª posición.
La prueba, de apenas tres horas frente a los 1.000 kilómetros de otros años en Nürburgring, estuvo marcada por los Safety Cars, que lógicamente favorecieron que se mantuviera el suspense hasta el final de la prueba, jugando en contra de los intereses de Nissan: el GT-R oficial se mantuvo durante buena parte de la prueba en cabeza o luchando por el liderato, hasta que tras el segundo de los Safety Cars emergió el McLaren de Bell, Estre y Van Gisbergen, ya vencedores en Silverstone y que cerraron la temporada con un nuevo triunfo.
Mientras tanto, a Nissan se le allanaba el camino en la lucha por el título tras un toque de uno de sus clientes, Always Evolving Motorsport, con el Audi R8 de Ortelli, Richelmi y Stippler, que venía haciendo una carrera de menos (14º en parrilla) a más, quedando cortada la remontada al perder tiempo en el incidente. Que cada uno opine lo que quiera.
Von Ryan clavó la estrategia para llevarse la victoria, mientras por detrás Nissan penaba para aguantar posición, cediendo el segundo puesto ante el Bentley de Kane, Meyrick y Smith. Pero el tercer puesto, apenas unas décimas por delante del Audi de Frijns, Vernay, Vanthoor era suficiente para coronar a los hombres de Darren Cox (si es que sigue por allí), en un año de grandes éxitos y grandes miserias para la casa japonesa. Eso sí, el título por equipos fue a parar a manos de WRT y su armada de Audi R8. Bentley debió conformarse con el subcampeonato tanto para sus pilotos como para el equipo de fábrica.
Andy Soucek, junto a sus compañeros Buhk y Soulet, volvió a ser el mejor español al caer la bandera a cuadros, quinto tras tratar de arriesgar a nivel estratégico y liderar la prueba, mientras que Miguel Molina tuvo un notable debut en la categoría al acabar séptimo compartiendo coche con Guilvert y Mies. Miguel Toril, que finalmente compitió con Rowe Racing y no Car Collection, finalizó 15º con Heyer y Sylvest, mientras que Dani Juncadella, en el mismo equipo, cerró la temporada 19º tras retrasarse su coche por un toque.
Foto | Blancpain GT Series