Una incógnita menos. A la espera de que Citroën decida a finales de año sobre su continuidad en el WRC o en el WTCC (también se espera a inicios de diciembre la decisión sobre su formación de pilotos en 2016), el resto de equipos ya comienzan a diseñar sus hojas de ruta de cara a la temporada 2017. Es el caso de M-Sport, que a pesar de no haberlo dicho abiertamente, ya ha confirmado su continuidad como fabricante en el WRC para la campaña en la que se realizará el cambio de reglamento técnico.
Eso podemos extraer de la pregunta realizada a Malcolm Wilson por los compañeros de Autosport, sobre la fecha aproximada en la que empezará a rodar el nuevo Ford Fiesta RS WRC de 2017. El británico, ha asegurado que no tiene ninguna prisa y que “no estoy preocupado porque Volkswagen esté rodando ya. Nosotros podríamos abrir hasta los 36mm la brida en nuestro motor y rodar mañana, pero no es el objetivo”. Discurso similar al de Citroën Racing, que aseguraban partir con ventaja debido a que el C-Elysée TC1 del WTCC utiliza el mismo tamaño de brida y propulsor que llevarán los World Rally Cars en 2017.
Con las correspondientes restricciones que suponen ser el único ‘privado’ entre los fabricantes (sólo cuentan con apoyo técnico de Ford en cuestión de mecánica) en M-Sport esperan estar rodando en la segunda mitad de 2016, mientras que Hyundai espera hacer lo propio en abril (comenzarán con su diseño el próximo mes de octubre), Toyota en marzo y Volkswagen ya ha empezado a rodar con las modificaciones mecánicas (diámetro de brida, diferencial central y presiones de turbo) con alguna pieza aerodinámica desarrollada especificamente para el reglamento 2017. Precisamente se espera que Hyundai también siga un camino parecido al de los alemanes para dar los primeros pasos en el desarrollo.