Así de claro ha sido Christian Horner. A pesar de que desde el Grupo Volkswagen niegan una y otra vez que se encuentren tras la compra de la escudería de las bebidas energéticas, las últimas declaraciones del jefe de equipo de Red Bull dicen todo lo contrario. A pesar de ello, las palabras de Horner han llegado al ser preguntado sobre el escándalo de Volkswagen y “las trampas” para ocultar las verdaderas emisiones del motor 2.0 TDI.
Según las palabras del británico, dicho escandalo habría esfumado el posible acuerdo entre Red Bull y Volkswagen (por medio de alguna de sus marcas) y es que además de la publicidad negativa recibida por la venta de 11 millones de vehículos diésel con un software que manipulaba los datos de emisiones contaminantes cuando detectaba estar siendo sometido a una prueba, también podría terminar en una multa que superaría los 18 mil millones de dólares.
En declaraciones a la cadena NBC, el propio Horner ha vuelto a dejar claro que la actual situación de Red Bull es precaria y que de no encontrar una buena solución en cuanto a motor en Mercedes-Benz o Ferrari deberá irse de la parrilla. Además apuntilla que estas amenazas no deben ser tomadas a la ligera, que Dietrich Mateschitz ya ha cortado por lo sano en el pasado con otras competiciones y que la Fórmula 1 no debería ser una excepción.
Estoy trabajando duro para tratar de encontrar una solución. Si no obtenemos un motor, no podemos correr. Dietrich no suele hacer amenazas a la ligera, tienes que escuchar lo que él dice. Otros programas se han detenido en muy corto plazo como la NASCAR o la Red Bull Air Race. De la forma en la que están las reglas, a menos de que tengas un Mercedes o un motor Ferrari, es simplemente imposible competir. Si no podemos competir, ¿entonces qué sentido tiene seguir en la F1?
Ahora habrá que ver cómo resuelve el desaguisado el teórico nuevo CEO del Grupo VAG, Matthias Müller que hasta ahora ocupaba dicho cargo en Porsche. Sin duda no lo tiene fácil y de sus decisiones dependerán gran parte del futuro de programas en el WRC, WEC, DTM o Fórmula 1. Recordemos que Martin Winterkorn era un gran aficionado al motorsport, y con la gran perdida de dinero y de imagen, VAG tiene dos opciones, o recortar presupuestos en la parte deportiva o contrarrestar con la competición la mala publicidad de lo que llevamos de semana.