La sonrisa habitual que acompaña a Sainz por el paddock de la Fórmula 1 se ha borrado al ver la oportunidad perdida de haber estado en la definitiva lucha por la pole. Mientras que el archienemigo de esta nueva era (para algunos), caía por un problema eléctrico, que le dejaba incluso sin radio, Carlos se encontraba peleando con los Lotus y los Force India para ser uno de los diez elegidos y con más moral que nunca.
A pesar del error inicial en forma de sobreviraje, Carlos Sainz se ha sobrepuesto para poder meterse con facilidad en Q2, sin embargo, en la lucha definitiva por meterse en la Q3, las vibraciones provocadas por el último juego de blandos que montaba el madrileño arruinaban cualquier tipo de posibilidad de estar entre los 10 primeros. Finalmente 11º gracias a que Kvyat tendrá que salir desde boxes tras las reparaciones. El de Toro Rosso se mostraba muy contrariado al haber perdido la oportunidad perfecta para volver a meterse en el Top Ten de la sesión de clasificación, algo que según él era ‘facilillo’.
El español, algo perjudicado por el mal tiempo durante el viernes, ha reconocido no encontrarse cómodo en Suzuka hasta el final de la Q1. A pesar de ello manos ha demostrado, tras liderar la primera sesión de entrenamientos libres en un trazado que era completamente nuevo para él y encima bajo la lluvia y para controlar los latigazos del rebelde Toro Rosso. Mañana la batalla será por estar en los puntos, sin perder de vista a Max Verstappen o Daniil Kvyat que saldrán detrás y que conocen mejor el circuito nipón. La confianza que muestra Sainz en cada una de sus declaraciones es una buena señal, sin duda.