Algo menos conocido que Emerson Fittipaldi es su hermano Wilson, por lo menos fuera de su Brasil natal -allí es una figura muy reconocida-. Pero si «Emmo» fue el primer campeón del mundo brasileño, que inspiró a toda una generación de jóvenes estrellas, Wilson Fittipaldi fue el hombre que se encargó de fundar el primer constructor brasileño de Fórmula 1. Más tarde, la asociación con Emerson les llevaría al podio y muchos años después, sin el equipo Fittipaldi-Copersucar en pista, Christian Fittipaldi -hijo de Wilson- compitió en Fórmula 1.
El diseño del casco de Wilson Fittipaldi era bastante sencillo aunque también original. El color base era un verde oscuro que mantenía el poco llamativo estilo dela época aunque en claro estilo brasileño, tenía que haber una nota de color. Esta venía con seis «gotas de agua» alrededor de la parte superior del casco en un color amarillo canario que resaltaban sobre el oscuro color de base.
El diseño del mayor de los hermanos Fittipaldi no tenía demasiado secreto. Pintado por Sid Mosca, al igual que el de su hermano, usaba colores completamente distintos, lo que daba una imagen también distinta. Hasta sus inicios en la Fórmula 1, el casco de Wilson había tenido un diseño con algunas líneas amarillas más en el lateral pero el brasileño sintió que con solo las gotas, este tenía más carácter aunque fuera también más simple.
Este diseño de casco fue utilizado hasta su retirada de la Fórmula 1 para dirigir su propio equipo en 1975 y también más tarde en su participación en competiciones a lo largo y ancho de Brasil. Cuando su hijo, Christian Fittipaldi, buscó empezar su propia carrera deportiva, lo hizo con un diseño basado en el de su padre. Podría haber empezado con los mismos colores y el mismo reparto pero decidió hacer las cosas a su manera.
Christian Fittipaldi compitió con un casco cuyo diseño era el mismo que el de su padre pero con los colores invertidos. La base pasaba a ser de ese color canario tan llamativo, mientras que las «gotas de agua» se convirtieron en gotas de color verde oscuro. Este diseño también fue obra de Sid Mosca y fue el más utilizado por el hijo de Wilson Fittipaldi durante la mayor parte de su carrera deportiva.
Pero en este caso sí que hubo cambios. En 1997, adaptándose a los colores de Budweiser y K-Mart, patrocinadores del equipo Newman-Haas para el que competía en la IndyCar, transformó su casco amarillo en uno de rojo con las gotas en color blanco. Extraño e inusual pero bastante resultón, teniendo en cuenta la decoración del coche. Aún así, pronto volvió al diseño habitual y con el tiempo las gotas verdes acabaron convirtiéndose en azules.
Pero no se terminan aquí los cambios de Christian Fittipaldi, que con el paso de los años llegó a adoptar el diseño original de su padre en lo que es el ocaso de su carrera deportiva -un ocaso que muchos querrían, llegando a ganar las 24 horas de Daytona en 2014-. Por lo tanto, en las últimas carreras en las que hemos visto competir a Christian, lo ha hecho con un casco idéntico al de su padre. Cuando se trata de homenajes, nadie mejor que la familia.
