Empieza a cundir el pánico en la Fórmula 1. Lo que parecía ser un órdago a la grande de Red Bull con el fin de conseguir los mejores motores posibles a base de amenazas de irse de la Fórmula 1 con sus dos equipos, está empezando a ser una preocupación tanto para equipos como para el resto de los integrantes del Gran Circo. Si ayer era Pirelli la que expresaba su preocupación ante la posible salida de dos escuderías tan saneadas como Red Bull y Toro Rosso, ahora es Mercedes AMG la que preparar un plan B.
Ese plan B lo conocemos todos y ya ha estado sobre la mesa en muchas ocasiones: un tercer coche por cada equipo de los de cabeza (Mercedes, Ferrari, McLaren y Red Bull). Recordemos, que esta medida fue apalabrada por Bernie Ecclestone y la FIA para el momento en el que la parrilla bajara de las 20 unidades, algo que puede suceder a pesar de la entrada de HAAS si las dos escuderías de Dietrich Mateschitz abandonan la Fórmula 1.
A pesar de que Toto Wolff insiste en que la prioridad es que los hombres de los toros rojos continúen, más aún con la compra de Lotus por parte de Renault todavía en el aire y los apuros económicos de los de Enstone que podría desembocar en la desaparición de la estructura si finalmente la operación no sale adelante.
Si abandonara un equipo, ya tuvimos esta conversación sobre Lotus hace un tiempo, los terceros coches son una solución para rellenar la parrilla. Para mí personalmente es una idea muy emocionante. Prefiero tener a Red Bull antes que los terceros coches y una parrilla de 27 o 28 coches y algunos jóvenes interesantes en esos monoplazas, pero esta es definitivamente una de las soluciones de emergencia. Creo que la prioridad número uno es mantenerlos en el deporte (a Red Bull).