A falta aún de la disputa de la Baja Portalegre, la Copa del Mundo de Rallyes Todo Terreno 2015 ya tiene vencedor después de que Nasser Al-Attiyah y su copiloto Mathieu Baumel se hicieran esta semana con el triunfo en Marruecos, su quinta victoria de la temporada en este certamen. Sin embargo sería de necios ocultar que el gran interés de la prueba residía en ver cómo se comportaban los tenores del Dakar y muy especialmente el equipo Peugeot, compuesto allí por Carlos Sainz al volante de un 2008 DKR versión 2016 y Sébastien Loeb con el 2015+ vencedor en China.
¿Por qué digo que Marruecos devuelve a Peugeot a la realidad? Porque tras el doblete en el Grand China Rally y un inicio de prueba espectacular por parte de Carlos Sainz como mínimo ya sabemos que la competitividad está ahí y eso ya es una gran paso adelante. Pero en el Dakar si falla la fiabilidad estás muerto. Y que una de las partes más aprovechables del 2008 DKR inicial, el motor, fallara cuando Sainz y Lucas Cruz lideraban la prueba después de dos victorias de etapa, no es una buena noticia.
Nada más confirmarse el abandono Peugeot ya confirmó que se quedarán una semana más en Marruecos para seguir probando con el prometedor 2008 DKR versión 2016. Pero no pueden olvidar que además de desarrollar este coche, mucho mejor parido que su predecesor, también deben ser capaces de dar kilómetros a Cyril Despres y Sébastien Loeb. Por mucho que Sainz y Peterhansel sean los primeros espadas, todo gran equipo necesita mochileros de lujo.
Por ritmo no será. Cyril Despres también se llevó sus dos etapas en China y Sébastien Loeb se ha mostrado todo lo competitivo que cabría esperar de un debutante al volante de un coche tan problemático como el 2008 DKR original. Pero volcar dos veces el mismo día, además de despeñarle en la clasificación general, es sintomático de que quizá intenta hacer todo demasiado rápido. A eso se suma la para algunos cuestionable presencia de Daniel Elena a su derecha, a quien el alsaciano ha tratado de defender desde el primer momento. En resumen: el nuevo 2008 DKR es un coche que yo ya veo capaz de ganar el Dakar, pero como equipo a Peugeot Sport aún le falta mucho terreno por recuperar.
Más allá de los franceses, Toyota sigue en la misma situación de los últimos tres años: sí pero no. Tres Hilux secundaron a Nasser Al-Attiyah, quedando segundo Vladimir Vasilyev tras su cambio de caballo a mitad de año, tercero Yazeed Al-Rajhi, que con dos etapas en el bolsillo demostró que lo del pasado Dakar no fue un espejismo, y cuarto Giniel de Villiers, ganador el último día. Sin embargo todos sus comentarios apuntan a más o menos lo mismo: con un motor atmosférico de gasolina están vendidos ante los turbodiésel por falta de par.
El triunfo absoluto de Nasser Al-Attiyah es suficiente para considerar que el MINI All4 Racing sigue siendo la mejor montura, pero se hace difícil valorar su nivel real ante la ausencia en esta prueba de Nani Roma o Orlando Terranova. Mikko Hirvonen fue discreto para lo bueno y lo malo y con un tercer puesto como mejor resultado en una etapa logró acabar quinto de la general, por delante de los clientes de X-Raid y batiendo al ‘sputnik’ de Imperial Toyota Leeroy Poulter. Nadie se llevará las manos a la cabeza con sus resultados, pero eso en un Dakar siempre te puede valer para acabar arriba.
En motos Sam Sunderland se hizo con el triunfo en Marruecos tras una fuerte caída de Joan Barreda que obligó a su traslado por precaución cuando era líder de la prueba, valiéndole a Matthias Walkner el segundo puesto para coronarse campeón del mundo de rallyes todo terreno. En quads se impuso Rafal Sonik y en camiones el serio proyecto de Renault y MKR empieza a dar sus frutos con la victoria de Maarten van den Brink, aunque hay que reseñar también la buena actuación de Federico Villagra, tercero con un Iveco. Por último, no hay que dejar de reseñar que el buggy eléctrico de Acciona volvió a competir en Marruecos y logró completar la prueba con Ariel Jatón a los mandos.
Fotos | Red Bull Content Pool
